El dos veces campeón del Abierto Británico, Padraig Harrington, aceptó el desafío de vendarse los ojos y de esa forma realizar un Happy Gilmore. Por otro lado intentó meter la bola en un green de tres metros de diámetro desde detrás de dos grandes árboles y una distancia de 122 metros. El irlandés estuvo acompañado de su caddie Ronan Flood quién le gastó alguna que otra broma.





