Rory McIlroy no va a jugar para él el Irish Open. El irlandés, que actuará como maestro de ceremonias del torneo que se disputa en el Royal County Down, ha dejado claro que esta semana intentará conseguir la victoria con el objetivo de recaudar fondos para su fundación. El británico manifestó su intención de donar su parte del premio a la lucha contra el cáncer infantil, objetivo prioritario de la Rory Foundation, organización bajo la que se disputa el evento.
Rory tiene que hacer hacer borrón y cuenta nueva. Wentworth ya es pasado y debe olvidar cuanto antes la fatídica jornada del viernes que lo dejó fuera del torneo a las primeras de cambio. El número uno mundial tratará de volver a la senda de la victoria en el Dubai Duty Free Irish Open de esta semana, pero ya ha revelado que no se llevará a casa ni un solo centavo si finalmente lo logra. Ni siquiera si finalizara en primera posición –lo que le otorgaría un jugoso premio de 416000 libras–.
“El Open de Irlanda se estaba convirtiendo para mí en los últimos años… No quiero decir un quebradero de cabeza, pero sentía que no encajaba en mi vida, por eso no disfrutaba tanto como me hubiese gustado”, afirmó el norirlandés en la rueda de prensa previa al campeonato.
“Un día el European Tour se acercó a nosotros para preguntarnos cómo podíamos mejorar este torneo. Se nos ocurrió la idea de empezar a ayudar a otras personas gracias a lo que soy y a lo que hago. Así que, sinceramente, lo que quiero conseguir de aquí este año es mucho dinero para la fundación. Y si, además, juego bien, perfecto; daré todo el dinero de mi premio para seguir contribuyendo a esta causa benéfica”, afirmó el golfista de 26 años.
La parte negativa de todo esto es que, tras la primera jornada, parece una misión imposible que Rory pueda conseguir la victoria.