El partido comunista de China actualizó recientemente sus reglamento disciplinario. Derrochar en comida y bebida, el abuso de poder así como la pertenencia a clubes de golf son algunos de los actos y actividades prohibidas por el régimen a sus 88 millones de miembros, según informaciones de la agencia de noticias Xinhua recogidas por la BBC.
En septiembre, los medios locales informaban de que al menos sesenta empleados de empresas estatales habían sido castigados por gastar fondos públicos en la práctica del golf. A principios de este mes, el vice-alcalde de la provincia de Fujian fue despedido por pertenecer a un club de golf y jugar en sus horas de trabajo.
Junto a los clubes de golf, el régimen chino considera que los gimnasios y otros clubes privados son lugares donde se desarrollan negocios turbios. La pena por la violación de estas normas podría ir desde una simple advertencia hasta ser expulsado del partido.
La relación del golf con el régimen chino en los últimos años no sido precisamente idílica. En 2004 se prohibió la construcción de nuevos campos, sin embargo esta prohibición no se llevó a cabo de forma estricta ya que entre ese año y 2015 los campos de golf pasaron de 200 a 600, si bien en marzo pasado se anunció el cierre de 66.
Aún así muchas autoridades locales han fomentado el desarrollo de campos de golf como reclamo turístico.