La llegada de Jay Monahan a los mandos del PGA Tour ha traído consigo un conjunto de cambios de los que los jugadores ya son partícipes. Sin embargo, todavía queda mucho mandato y demasiada tela que cortar. Y si hay un tema que preocupa sobremanera al deporte profesional ese es el dopaje. Es por esto que los directivos del circuito más famoso del planeta se han puesto manos a la obra para tratar de encontrar un sistema que permita apartar a los jugadores tramposos y, a la vez, adaptarse cada vez mejor a las exigencias que desde la Agencia Mundial Antidopaje se solicitan en la gran mayoría de deportes.
Y todo parte de un simple análisis de sangre. Sí, por increíble que aparezca los análisis de sangre no estaban admitidos dentro del circuito y eran solo los análisis de orina los que podían ser tenidos en cuenta para encontrar sustancias que adulteraran el estado de los jugadores. Eso sí, será a partir de octubre con el comienzo de la nueva temporada. Asimismo –y aquí un tema que está siendo controvertido- el circuito revelará el nombre del jugador cuando este sea suspendido por utilizar drogas recreativas –antes solo se hacía cuando se infringía la política para mejorar el rendimiento-.
Decimos que está dando que hablar este último punto porque ya han salido voces críticas como Geoff Ogilvy, miembro de la Asociación de los Jugadores del tour, que ha expresado que si un jugador es sancionado por consumo de marihuana, por ejemplo, que salte a la luz beneficia poco al Golf. “Está muy bien el análisis de sangre y que se le sancione de manera interna, pero revelándolo no gana nadie. El jugador no gana, los patrocinadores no ganan, el torneo no gana y la gira no gana”, ha declarado el australiano.
Aunque entre los jugadores no hay un consenso claro. “Cuantas más pruebas se hagan para descubrir que los chicos no están tomando sustancias prohibidas, mejor”, afirma Patrick Reed. “Y si un jugador desaparece durante seis meses todo el mundo debe saber por qué. Si haces algo que se supone que no debes hacer, debes ser llamado al orden”, siguió. En esta línea apunta Justin Thomas, quien opina que esta “puede ser una manera de que los golfistas tomen conciencia y piensen en lo que están haciendo”.
Además, a la implementación de estas nuevas medidas les viene aparejada una revisión de las sustancias permitidas. Desde octubre, como ya contempla la AMA –la Agencia Mundial Antidopaje– se prohibe los medicamentos para el asma, los antialérgicos y antiinflamatorios y se regulará el umbral de la pseudoefedrina –frecuentemente utilizado para tratar la congestión nasal-. Las reacciones no tardarán en llegar.
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