Nadie vive la vida como Miguel Ángel Jiménez. Nadie. Y no lo decimos por el enfrentamiento que tuvo el malagueño hace unos días con el estadounidense Keegan Bradley en el TPC Harding Park de San Francisco. El golfista español tiene una relación especial con la prensa, y así lo hace saber cada vez que habla con ellos. En este artículo recogemos algunas de sus mejores frases, con las que “El Pisha” ha cautivado al público en general –más allá de por sus calentamientos previos a los partidos–.
–Amigo mío, el agua es para los peces.
Mientras, el deportista andaluz se sirve un vaso de whisky Bushmills, de diez años de edad.
–No tienes que olvidar que sales a jugar en 18 horas.
Jiménez, de 51 años, arquea una ceja sin decir nada. Acto seguido abre una caja de metal pequeña y agarra un puro cubano, que enciende con gusto.
“Durante un torneo me incliné y le dije a mi caddie, veo a una hermosa rubia por allí, con unos bonitos pantalones y un bello trasero. Quiero saber exactamente dónde está en cada parte del campo de golf. Yo estaba esperando mi turno para golpear y me miró fijamente. Nuestros ojos se encontraron por un momento, y yo sonreí. Ella me devolvió la sonrisa. Cuando fui al campo de prácticas me la encontré y comenzamos a hablar ¡en inglés!”
“Hace más de 50 años desde que nací”, dice el golfista, para acto seguido señalarse con el dedo índice sus pantalones. “Pero yo tengo como unos 20 menos por aquí”.
En otras ocasiones contesta, «me cuido con el buen jamón ibérico, el vino, el aceite de oliva y los habanos…»
“Mi puntuación ha sido una mierda, pero yo no jugué tan mal. Puede suceder. Mi juego se siente bien, me siento bien de cara al resto de la temporada. El juego vendrá. Siempre lo hace” (…) “De todos modos estoy aquí con el sol brillando y rodeado de amigos y familiares. Esta noche voy a comer bien, beber buen vino, fumarme un buen puro y hacer el amor con mi bella esposa. Es buena vida, ¿no?
Con esta gracia, ¿quién iba a querer pelearse con Jiménez?