El resultado más bajo en la historia del circuito europeo lo estableció el golfista Tailandés Taworn Wiratchant en el Open de Indonesia de 2005, con 255 golpes.
No obstante, esta cifra no se consideró oficial porque se jugó con regla de invierno (colocando), al igual que el global de golpes ejecutados por el español Sergio García en Castellón.
Los 257 golpes de García figurarán con asterisco (colocación de bola) en el apartado de «hechos y cifras» del circuito europeo, pero no el archivo de récords.
Pese a que no llovió durante las semanas previas al torneo en Castellón, la colocación de bola fue debida a que en una parte del recorrido, sobre todo en los primeros nueve hoyos, los cuidadores del campo abonaron la hierba pero olvidaron regar.
Algunas zonas de hierba se quemaron y quedó irregular la superficie, como reveló el propio García en el mismo campo del Club del Mediterráneo.
EFE