Parece que nuestro país no ha sido el único que ha sufrido en primera persona el temporal de frío y lluvias con el que muchas provincias españolas amanecieron a comienzos de la semana pasada. De hecho, en Estados Unidos, California ha sido uno de los lugares que más se han visto afectados por las complicaciones venidas por parte de las tormentas. Y Torrey Pines, el campo donde está previsto que en las próximas horas decenas de golfistas –incluido Tiger Woods- desembarquen para la disputa del Farmers Insurance Open, se está llevando la palma.
En los últimos días el condado de San Diego ha visto cómo las fuertes rachas de viento y el agua provocaban numerosos destrozos en la localidad, dejando más de seis centímetros y medio de agua en algunos lugares y un complejo nada propicio para la práctica del golf –a imagen y semejanza de hace doce meses, cuando el campeonato tuvo que concluir el lunes sin permitir a los espectadores acudir a la ronda final-. Por suerte estaba todo previsto y las tareas de acondicionamiento como el segado de los greenes o del rough se han llevado a cabo para que el miércoles, cuando se espera que cese el temporal, todo tome velocidad de crucero.
“Veníamos de una gran época de sequía, por lo que el agua es buena. Sin embargo, esto nos ha hecho cambiar la forma en la que preparamos el torneo. Ahora salimos fuera y segamos como si no lo fuésemos a poder hacer en un par de días”, reconoció sobre esta problemática Scott Bentley, director de campos de golf de la City of San Diego. “La gira tuvo a bien permitir cortar el rough un poco más bajo de lo habitual por si pasaba esto. Pero no hay de qué preocuparse. Es abundante y goza de muy buena salud. Eso sí, será mejor que los jugadores no se salgan de la calle o tendrán problemas si acuden a él”, reconoció.
Un consejo que los nuestros harían bien en tener en cuenta si quieren volverse de San Diego con un botín bajo el brazo.