Los tiempos han cambiado. Simuladores de swing, gráficos 3D, realidad virtual que hace que la pantalla cobre vida… Sigue siendo golf, pero no el que conocíamos. Y, sí, estas técnicas van en auge, como lo demuestra que muchas de las jóvenes estrellas del circuito le estén haciendo un hueco en su preparación.
Sin ir más lejos Jordan Spieth sorprendía al mundo entero hace unos días mostrando cómo estaba entrenando para el British Open desde la distancia –hay que recordar que el texano no viajará a Escocia hasta comienzos de la próxima semana, una vez que finalice el John Deere Classic–. ¡Con un videojuego! Así es como el número dos del mundo recorre, paso a paso, el Old Course de St. Andrews, algo inconcebible para los jugadores más veteranos.
Y parece que le da buenos resultados, pues el norteamericano ya realizó los mismos preparativos los días antes de conseguir su primera Chaqueta Verde en el Augusta National. “Obviamente no es lo mismo que estar allí, pero al menos tengo la oportunidad de ver los agujeros y no me pilla todo de sorpresa cuando pise la hierba”, reconoció el propio Spieth. “Gracias a esto he tenido la oportunidad de recorrer las calles de “la cuna del golf” y de ver algunas líneas fuera de los tees. No puedo pedir mucho más”. Estamos ante el comienzo de una nueva forma de entrenamiento, lejos de los comentarios de aquellos golfistas que hace unos años tildaban esta tecnología como una moda pasajera.
Y no es el único. Rickie Fowler ha aprovechado la ocasión para defender a su compatriota y reconocer que él también ha echado mano de las nuevas prácticas cuando las ha necesitado: “Me parece lógico lo que está haciendo Jordan, puesto que en Europa estará menos tiempo que los demás. Aunque eso no es ninguna desventaja. Yo, por ejemplo, nunca había estado en Augusta antes de jugar allí. Sin embargo, sabía los pormenores del campo gracias a un videojuego. Tuve una visión previa del Augusta National gracias a eso. Además, con ayuda del 3D pueden apreciarse mejor algunas cosas que pueden pasar desapercibidas durante la ronda de práctica, como la inclinación del green. Es alucinante lo reales que pueden ser los videojuegos”.
Nadie está dispuesto a eliminar a Spieth de la lista de favoritos, independientemente de cómo se prepare. Sin embargo, eso no significa que todo el mundo comprenda exactamente este tipo de entrenamiento. Es el caso de Jimmy Walker. El golfista de 36 años de edad afirma no haber jugado a este tipo de videojuegos “desde hace mucho tiempo”, con lo que su visión de los mismos está desfasada. “Me acuerdo que cuando jugaba podías pulsar el botón de turbo y golpear con el drive 400 yardas todo el tiempo. ¡Podías llegar siempre a green con solo un golpe! A mí me cuesta mucho sacar drives de 400 yardas”, bromeó el norteamericano.
Lo que parece claro es que la tecnología ha llegado al golf de la mano de las nuevas promesas, y lo ha hecho para quedarse.