Se venía barruntado que, tras la renuncia de Rory McIlroy a participar en Rio, muchos otros compañeros de profesión iban a tomar el mismo camino por efecto dominó. Y así está siendo. En solo unas horas el número 1 y el 25 del mundo han aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid para borrarse del mapa olímpico a solo dos meses para que todo eche a andar en Marapendi. ¿Y a que serían capaces de adivinar la razón por la cual han declinado ir? En efecto, el Zika.
El virus está provocando auténticos estragos en todos los equipos y, si hace unas horas comentábamos la divertida anécdota de Gary Player -que se ofrecía a jugar para su país si se producía cualquier otra baja- ahora hemos de lamentar la ausencia del mejor jugador del planeta en estos momentos. El australiano lo ha querido hacer mediante una carta que ha colgado en las redes sociales este martes, en la que expresó su pesar por no estar en agosto en Brasil pese a desear más que nada en el mundo representar a su país en una cita como ésta.
“Con gran lamento anuncio que no competiré en Rio de Janeiro”, comenzó la misiva. “La razón tiene que ver con la posibilidad de la transmisión del virus del Zika y el riesgo potencial en un futuro embarazo de mi mujer y los futuros miembros de mi familia. Aunque competir por mi país ha sido siempre un objetivo mayor para mí, jugar al golf no puede estar por delante de la seguridad de los míos”, sentenció el oceánico, que hace ya algún tiempo mostró sus reticencias a acudir si no se garantizaba un protocolo de seguridad respecto a este tema.
Algo similar ha sucedido con Shane Lowry, una de las sorpresas agradables en el pasado US Open disputado en Oakmont. El irlandés ha enviado a los medios una carta en la que también anteponía, como es lógico, su salud y la de los suyos a representar a su país. “Wendy y yo estamos casados desde hace poco y esperemos tener la suerte de formar una familia en un futuro próximo. Sobre la base de estas circunstancias, he recibido el consejo médico de no acudir a Río este verano”, afirmó.
Así pues, con Lowry son tres las bajas del equipo irlandés después de las renuncias de Rory y Graeme McDowell. Veremos cómo acaba todo, pero se avecina una vuelta del golf a los Juegos un tanto descafeinada.
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