El golfista ilerdense replicó la sensacional tarjeta de 63 golpes que llevó a Sebastián García a asumir el primer liderato del torneo, una propuesta agresiva, repleta de efectividad, que en el caso de Emilio Cuartero se produjo mediante una vuelta inmaculada, carente de fallos en su tarjeta, que incluso pudo ser adornada en los últimos dos hoyos con algún birdie más que le hubiesen llevado directamente hasta el cielo.
Sereno y tranquilo desde el primer momento, aplicando aplomo y firmeza a todas sus acciones, Emilio Cuartero, de los últimos en acabar ayer, de los primeros en completar los 18 hoyos en esta segunda ronda, realizó una proposición matutina implacable a pesar de que su aparente flema sobre el campo pareciese indicar lo contrario.
Lejos de dejarse llevar por la euforia, su entereza se plasmaba en permanentes acciones espectaculares que acumulaban birdies en su tarjeta a velocidad de vértigo. Ya lo hizo en el primer hoyo y lo repitió, antes de acabar la primera vuelta, en otros tres puntos más del recorrido, los hoyos 4, 7 y 8, antesala de dos nuevas acciones victoriosas –en el 10 y en el 11– que ponían de manifiesto que lo suyo iba en serio, muy en serio.
A Emilio Cuartero le restaba la parte final del recorrido, una zona con buenas posibilidades de abonarse al birdie o, incluso, al eagle, ese que concretó de forma maravillosa en el hoyo 16 para redondear una actuación fabulosa.
Sebastián García, mientras tanto, permanecía en barbecho a la espera de salir, ya por la tarde, al campo, conocedor del espectacular registro de su principal rival en la lucha por el título.
A las 13:45 horas comenzó su lenta pero inexorable caza y captura, seis golpes de desventaja que el golfista madrileño fue limando inicialmente a base de paciencia franciscana, sin siquiera inmutarse cuando, en el primer despiste del día, cometió un doble bogey en su quinto hoyo que neutralizaba negativamente dos birdies iniciales que parecían darle alas.
Vibrante e intrépido, con esa casta que le ha llevado a conseguir tantos buenos resultados en lo que va de temporada, Sebastián García se rehízo como animal herido, acumulando de inmediato un birdie y un eagle que le situaban de nuevo en la senda del éxito.
Quedaba un mundo, once hoyos por delante en los que el madrileño arañó otro birdie antes de darse bruces con tremenda violencia en su decimocuarto hoyo, resuelto mediante un doloroso triple bogey que frenó en seco su remontada.
La atención, extrema, se desvió hacia Xavier Puig, que saltó a la fama en 1999 cuando se convirtió en el primer amateur en ganar en el Circuito Nacional Profesional. El golfista barcelonés se instaló en la perfección hasta el hoyo 13, siete bajo par en ese punto que le llevaron a adquirir la condición de principal alternativa de Emilio Cuartero, un mérito que mantiene intacto a pesar de que, al igual que Sebastián García, ensució su tarjeta en la recta final con dos errores que permiten al ilerdense adquirir una corta pero significativa ventaja en un torneo apasionante.
Fuente: RFEG