No es ningún secreto que Rory McIlroy es toda una celebridad a nivel mundial. Y como toda celebridad que se precie posee algunas costumbres o puede darse algunos caprichos que el común de los mortales solo puede soñar.
El actual número uno mundial es el 35º atleta mejor pagado del mundo, y se le calcula un patrimonio cercano a los 200 millones de dólares. Pero ahora surge la pregunta del millón, ¿en qué invierte su dinero un deportista joven, soltero y que ahora mismo se encuentra en la cresta de la ola en su profesión? Enseguida saldremos de dudas.
Empezaremos por el jet privado. Durante la temporada hay multitud de ocasiones que pasar por casa –y más siendo de Irlanda del Norte– es poco más que una quimera. Es por esto que Rory ha cogido el toro por los cuernos y se ha decidido por hacer del transporte aéreo su nuevo hogar, y como tal debe estar a la altura.
En un artículo publicado por los irlandeses de Golf Desk sobre los costes asociados a los viajes en jet privado de McIlroy, éstos hablan de 550.000 dólares solo para el cargo de adquisición por adelantado. Además, a todo esto hay que añadirle la comisión de gestión mensual, la tarifa por hora y los costes de alimentación y aterrizaje. En definitiva, un gasto al alcance de pocos. Sin embargo, al norirlandés le merece la pena, y así puede invitar a viajar a sus compañeros del circuito y tenerlos vigilados.
En cuanto a casas McIlroy no es de mucho alardear y solo posee una mansión de seis dormitorios y nueve cuartos de baño en Jupiter (Florida), valorada en nueve millones y medio de dólares. Además, el año pasado el golfista europeo adquirió otra propiedad en su ciudad natal de Holywood (Irlanda del Norte), que ahora mismo tiene alquilada por un montante de 21.000 dólares a la semana. En cuanto a coches también se conforma con minucias. Hace pocas fechas se le ha visto conducir, entre otros, un Lamborghini Aventador y un BMW i8, aunque parece que forman parte de la acción publicitaria de algún torneo.
Y llegamos al punto donde más dinero ha invertido el golfista en el último año: sus batallas en los tribunales, donde el deportista pagó más de 25 millones de euros antes del juicio a Horizont Sports Managemenet, su anterior empresa de gestión, por incumplimiento de contrato. A fin de cuentas, se lo puede permitir.
Joven, guapo, famoso… quien fuera Rory por un día.