Tiene 45 años y no esconde que ya piensa en la retirada, pero el sudafricano Ernie Els tampoco niega lo evidente: su máxima ambición es ganar el Masters de Augusta, el Major que siempre ambicionó.
Tiene el récord de permanencia en el Top diez de la tabla mundial con 788 semanas, ha logrado cuatro victorias en grandes torneos –dos en el US Open en 1994 y en 1997, y otras dos en el británico The Open en 2002 y 2012-, pero solo ha sido número durante nueve semanas por la aparición estelar de Tiger Woods y, además, nunca ha conseguido ponerse la Chaqueta Verde.
“Cuando era joven, estaba muy engreído y pensaba que iba a ganar todas las carreras solo por estar”, dice Els en una entrevista con el rotativo inglés Daily Mail. “Pensé que el Masters iba a ser el primero que iba a ganar, y luego The Open, y posteriormente el Open USA y el PGA Championship”, reconoce el sudafricano, aunque no acertara en sus pronósticos.
Sobre Woods, Ernie Els lo ensalza como “el mejor” jugador al que se ha enfrentado. “Fue muy duro para mí porque sentí que realmente podía ser el mejor, y me vi por un corto espacio de tiempo en los periódicos, porque Tiger era realmente el hombre a batir, un competidor muy difícil”, admite el golfista que, como tantos otros, sintió “tigeritis”, en palabras de su ex psicólogo deportivo Jos Vanstiphout.
Ahora Els, aún con la sangre competitiva en sus venas, tiene en su horizonte luchar por la victoria del próximo Masters, en abril de 2015, y competir con los más jóvenes, empezando por el mejor jugador del momento: Rory McIlroy. “Quiero tratar de ganar uno o dos Majors más antes de sentirme totalmente realizado”, confiesa.