Un pionero y todo un héroe para el Golf australiano. Estas son las dos primeras palabras que utilizaría cualquier jugador aussie para definir a Peter Thomson, que desafortunadamente nos ha abandonado este miércoles a la edad de 88 años después de una larguísima batalla contra el Parkinson. Pero más allá de que fuera un auténtico mito para el continente oceánico, hemos de reconocer que en la década de los 50 fue uno de los grandes dominadores de este deporte a nivel global, siendo el Open británico su lugar favorito para levantar trofeos.
Y es que aquí logró cinco triunfos en los años 1954, 1955, 1956, 1958 y 1965, situándose a un solo triunfo de la leyenda inglesa Harry Vardon y empatando en galardones con otras estrellas como James Braid, JH Taylor o Tom Watson. Esto, junto a las 33 victorias en Australasia y las 28 del Tour Europeo lo convierten, con total seguridad, en el mejor jugador de la historia de Australia y uno de los grandes embajadores deportivos de su país.
No es baladí que con sus 32 años al frente del Australian PGA ayudara a fundar el Asian Tour y diseñara campos alrededor del mundo. Por todo ello fue incluido en 1988 en el World Golf Hall of Fame. “Peter fue un verdaero caballero y será recordado para siempre en el mundo del Golf como uno de los grandes campeones de nuestro maravilloso deporte”, confirmó a los medios en un comunicado Martin Slumbers, director ejecutivo de la R&A, al enterarse de la noticia.
“Fue un distinguido miembro honorífico de la R&A de Saint Andrews y todos le echaremos muchísimo de menos. Nuestros pensamientos están ahora con su familia en este momento tan triste”, sentenció el directivo. Un dolor al que nos unimos.