Juan “Chi Chi” Rodríguez, legendario golfista puertorriqueño, miembro del Salón de la Fama del Golf Mundial y hombre generoso dentro y fuera de los campos de golf, falleció este jueves a la edad de 88 años de edad. Dentro de las cuerdas, Rodríguez era un auténtico «showman». Después de un gran golpe, los aficionados se maravillaban con su característico0 «baile de espadas», cuando el boricua empuñaba un palo de golf y volvía a meter su «espada» en una vaina imaginaria a lo largo de su cinturón; algo parecido a lo que realiza Miguel Ángel Jiménez.
Rodríguez, de raíces humildes, obtuvo 30 victorias en su carrera entre el PGA Tour y el Champions PGA Tour. Estaba orgulloso de su Fundación para la Juventud Chi Chi Rodríguez en Clearwater, Florida, que ayudaba a jóvenes, en riesgo, a lograr el éxito académico, social y económico.
«Un hombre nunca se destaca más que cuando se inclina para ayudar a un niño», dijo en su biografía cuando fue nombrado en 1992 miembro del Salón de la Fama del Golf Mundial. Pocos, entonces, destacaron más que Rodríguez – el mejor golfista surgido en Puerto Rico – quien falleció este pasado jueves 8 de agosto.
El recuerdo de Rodríguez vivirá en su Fundación para la Juventud, que cada año trae a 600 niños de familias de bajos ingresos o hogares destruidos a su campo municipal para desarrollar habilidades como la responsabilidad y la ética laboral. Su naturaleza altruista alcanzó su punto cúlmine en 1989 con el máximo honor de la USGA, el Premio Bob Jones, y más tarde su aceptación en el Salón de la Fama del Deporte Humanitario Mundial en 1994.
El camino de Rodríguez hacia el servicio estuvo marcado por una infancia menos afortunada que la de otros. Su padre trabajaba incansablemente cortando caña de azúcar con un machete en la ciudad natal de Rodríguez, Río Piedras, Puerto Rico, pero nunca ganaba más de 18 dólares en una semana cualquiera.
Cuando tenía 7 años, Rodríguez se unió a su padre en estos trabajos duros, ganando dinero como portador de agua en una plantación. Esto ocurrió solo tres años después de que el más pequeño y frágil de los seis hijos casi muriera de raquitismo y esprúe tropical, trastorno en el que los intestinos son incapaces de absorber los nutrientes de los alimentos.
Fue entonces cuando el joven Rodríguez se dio cuenta de que sus habilidades atléticas le otorgarían oportunidades que no se les ofrecían a la mayoría. Después de deambular por un campo de golf, Rodríguez descubrió que los caddies ganaban más dinero que él, por lo que decidió convertirse en uno de ellos.
Utilizó una rama de un árbol de guayaba y la transformó en un palo de golf improvisado. Con las latas martilladas como pelotas, Rodríguez pudo aprender el deporte por sí mismo, modelando su juego según lo que veía hacer a los golfistas. En 1960, después de un período de dos años en el ejército para ganar más dinero. «Era más de lo que podía ganar trabajando de caddie en Dorado Beach», bromeó en la guía de medios del PGA Tour». Tras ello decidió convertirse en profesional.
Chi Chi Rodríguez logró 8 victorias en el PGA Tour y otros 22 en el Senior PGA Tour entre los que se incluían 2 Grandes; además de otras victorias alrededor del mundo. Fue miembro del equipo estadounidense de la Ryder Cup en 1973 logrando el triunfo y representó a Puerto Rico en la Copa del Mundo en 12 ocasiones ya que ostentaba las dos nacionalidades.
«En la vida hay que tener metas y yo he logrado la mayoría de ellas. No me convertí en el mejor golfista del mundo, pero sí en el mejor golfista puertorriqueño», dijo a Golfcom.
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