El presidente de Augusta National, en el marco del Asia-Pacific Amateur Champ, calificó de “inaceptables” los incidentes vividos por los europeos

Casi un mes después de la celebración de la Ryder Cup en Bethpage Black, el eco de la polémica sigue resonando en el mundo del golf. Tras las críticas de jugadores como Rory McIlroy, Shane Lowry o Gary Player por el comportamiento hostil de algunos aficionados estadounidenses, ahora ha sido Fred Ridley, presidente de Augusta National, quien ha alzado la voz desde Dubái. En un gesto poco habitual. Ridley condenó públicamente lo ocurrido y apeló a la responsabilidad de los líderes del golf para preservar los valores del deporte.
Ridley mostró su malestar contra los comportamientos inapropiados de los aficionados durante la última Ryder Cup, celebrada en el complejo neoyorquino. En el marco del Asia-Pacific Amateur Championship, Ridley calificó de “inaceptables” los incidentes vividos por jugadores europeos, especialmente Rory McIlroy y Shane Lowry, quienes fueron objeto de insultos y provocaciones por parte del público local.
El presidente de Augusta subrayó que el golf debe mantener un estándar más alto que otros deportes
“Nadie estuvo particularmente satisfecho con lo que ocurrió este año”; declaró Ridley. “Nos recuerda, como custodios del juego, la responsabilidad que tenemos de perpetuar sus valores subyacentes”; afirmó.
El presidente del club que acoge el Masters -primer Grande de la temporada- subrayó que el golf debe mantenerse a un estándar más alto que otros deportes, y que el aumento de la competitividad en la Ryder Cup no puede justificar actitudes que atentan contra la esencia del juego.
Ridley insistió en que el golf enseña “lecciones de vida, etiqueta, respeto y juego limpio”; valores que se vieron comprometidos en Bethpage. Su postura coincide con la de Rory McIlroy, quien tras el evento pidió que el golf no pierda su esencia ante la presión mediática y la rivalidad extrema.
Mark Darbon, CEO del Royal and Ancient también se pronunció en Dubái en la misma línea. “Es importante que todos los que amamos este deporte reflexionemos sobre lo ocurrido y trabajemos para que no se repita”; apuntó.
Las declaraciones de Ridley podrían marcar un punto de inflexión en la forma en que se gestiona el ambiente en los grandes eventos internacionales. Con la Ryder Cup 2027 programada para Irlanda, se espera que los organizadores refuercen las medidas para garantizar el respeto y la deportividad.
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