Seguro que en este inicio de 2016 están echando de menos al golfista norteamericano. Muchos se habrán preguntado dónde está, a qué dedica su tiempo libre. Pero lo cierto es que el jugador nacido hace 45 años en West Chester (Pennsylvania) sigue lesionado.
Sí, todavía. Jim Furyk se lesionó en el BMW Championship, el tercer evento de los PlayOff de la FedEx Cup que tuvo lugar en el Conway Farms Golf Club de Lake Forest (Illinois). Y de esto hace ya más de cuatro meses.
El verano estaba dando los últimos coletazos en el hemisferio norte cuando el 17 veces ganador en el circuito norteamericano sintió un dolor en su muñeca izquierda a los pocos minutos de iniciar su vuelta. El estadounidense se resignó y, antes de que la cosa fuera a mayores, prefirió retirarse y así apurar las opciones para estar presente una semana después en el Tour Championship. Sin embargo, lo cierto es que Furyk no pudo estar en el evento final de la temporada, como tampoco unas semanas después en Corea del Sur para la disputa de la Presidents Cup.
La muñeca izquierda hizo parar al estadounidense, que se encontraba en el momento de juego más dulce de las últimas temporadas. Y parece que la cosa era seria, al contrario de lo que apuntaban los informes médicos antes de finalizar el año. Tanto es así que el deportista todavía no se ha recuperado de sus dolencias, lo que le ha llevado a tomar una drástica decisión: hay que operar. Una medida que le puede alejar de los campos un período aproximado de tres meses.
“Aunque estoy decepcionado porque la muñeca no haya sanado lo suficiente como para volver a jugar, estoy seguro de que la cirugía es lo mejor en estos momentos y me va a hacer volver en el menor tiempo posible”, confirmó Furyk a través de un comunicado difundido por The Legacy Agency. “Para mí es muy frustrante estar en este punto, pero ahora estoy centrado en un programa agresivo de rehabilitación y espero tener un gran año en cuanto me haya recuperado por completo”.
Lo que es cierto es que, si todo va según lo planeado, Furyk no reaparecerá en un torneo oficial hasta después del Masters de Augusta, lo que le dificultaría enormemente de cara a sus posibilidades de clasificarse directamente para la Ryder Cup del próximo otoño. La remontada a partir del mes de mayo deberá ser épica.