Son de estas cosas que suenan a broma y que no suelen pasar muy a menudo, pero créanselo porque pasan. ¿Se imaginan lo que es estar recibiendo una clase magistral a cargo de un jugador profesional y que de repente se le escape el palo de tal manera que lesione al golfista y le impida trabajar un par de semanas? Pues esto mismo le ha sucedido este martes a Padraig Harrington que, lamentándolo mucho, ha tenido que decir adiós a su participación en el FedEx St. Jude Classic que tendrá lugar esta semana en el TPC Southwind de Memphis.
“Por suerte no hay nada roto”, comentó el deportista a través de su perfil de Twitter en cuanto tuvo constancia del diagnóstico. “Solo han sido 6 puntos de sutura en el codo, lo que me dejará fuera unas dos semanas, pero por un momento pensé que era mi final como profesional”, bromeó el dublinés que, siguiendo con el tono jocoso, quiso quitarle hierro al desafortunado incidente. “No hay nada de cierto en el rumor que está corriendo por ahí que dice que fue el mejor golpe del día de un amateur”, sentenció.
Harrington, de 45 años, está viviendo un año difícil en cuanto a resultados con solo dos cortes pasados desde que arrancara el 2017. Precisamente este pasado fin de semana consiguió uno de ellos en Muirfield Village tras recuperarse de la operación de cuello a la que se sometió el pasado mes de marzo y que le ha tenido en el dique seco los últimos tiempos.
En apariencia todo ha parecido ir a pedir de boca, pues firmó un T31 en un Memorial que fue especialmente complicado en cuanto a resultados y a buen seguro que esto le da fuerzas para seguir entrenando con más ganas todavía de reaparecer al cien por cien en el Royal Birkdale Golf Club, sede del Open 2017 en poco más de un mes y del que guarda gratos recuerdos al proclamarse por segunda vez ganador de la Jarra de Clarete en este escenario en 2008 al aventajar en cuatro golpes a Ian Poulter.