Las minas de Río Tinto son todo un espectáculo. Foto: Andalucia.org
Si Andalucía puede presumir de algo a lo largo y ancho de su geografía es de diversidad. Ya sea por sus increíbles playas, por sus cuidados montes o por su exquisita gastronomía, esta región del sur de España es capaz de abrirnos un mundo que la convierte en un destino inigualable en cuanto a turismo. ¿Mar? ¿Montaña? Poco importa mientras permanezcamos dentro de sus márgenes. De hecho, ¿y si les comentamos que esta comunidad autónoma posee incluso una zona que ha sido utilizada por la propia NASA para llevar a cabo pruebas de equipamiento de cara a sus expediciones en Marte?
Tocando las comarcas de El Condado, El Andévalo y la Sierra de Huelva se esconde una fotografía única en todo el continente. Las Minas de Riotinto, a tan sólo una hora en coche de la capital de la provincia onubense, ofrecen un entorno que bien podría estar extraído de las películas de ciencia ficción. Un terreno que, a pesar de su aparente aridez, puede teletransportar a cualquiera a un pasado no muy lejano que transformó las costumbres de todo un país.
Un enclave archiconocido por la explotación del cobre y la pirita del que ya sacaron rédito siglos atrás fenicios, tartesios y romanos, pero que hasta bien entrado el siglo XIX nadie reparó en él para convertirlo en una auténtica mina para la exportación de materiales. Fue la empresa británica Rio Tinto Company Limited la que se estableció aquí y la que inició la britanización de todo este territorio, como puede apreciarse en la arquitectura del barrio de Bella Vista -en el propio Minas de Riotinto- o en la importación del ocio con juegos como el fútbol -Minas de Riotinto es la cuna del nacimiento del balompié en España- o el golf, deportes hoy muy arraigados en España.
Una historia impresionante que se ha hecho ya a convivir con una enorme belleza por parte el territorio. La explotación de Corte Ayala es el paradigma de ello, con un cráter de 350 metros de profundidad que refleja a la perfección la importancia que tuvo este lugar hace más de cien años. Algo de lo que podemos presumir tras visitar el museo, donde podrán contemplar una antigua mina romana reconstruida y deleitarse con el singular Vagón de Maharajá -considerado el vagón de vía estrecha más lujoso del mundo-, construido a finales del XIX para que la reina Victoria viajara entre Inglaterra y la India.
¿Se han quedado con ganas de más? Ahora pueden recorrer en tren algunos de los tramos recuperados de la antigua vía de ferrocarril que conectaban las minas con el puerto de Huelva, un recorrido que realizaban los ingleses para cargar los minerales rumbo a las islas. Una manera increíble para deleitarse con el río Tinto y sus aguas rojas provocadas por la meteorización de los minerales. Una auténtica pasada sin salir de Andalucía.
*Contenido promocionado por la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y del Deporte de Andalucía S.A.
Loco 933, 060 D.H., construida por Krupp en 1960, la primera diésel del Fc. Minero de Río Tinto y Furgón n°10, tipo C de 1921, el alma del mantenimiento del Ferrocarril Turístico Minero, Zarandas (Minas de Riotinto, Huelva) #railway #heritage #patrimonio #ferroviario pic.twitter.com/t0NhIm8Pig
— MUSEO MINERO DE RIOTINTO RIOTINTO MINING MUSEUM (@MusMinRT) July 19, 2021