Publicidad lateral Grande
Publicidad lateral Grande
Cada cuatro años, las federaciones deportivas, más allá del reto olímpico se enfrentan a l renovación de los representantes a sus correspondientes asambleas generales. El golf no es ajeno a este proceso y son los federados madrileños los que el próximo jueves están llamados a las urnas para elegir a sus representantes por el estamento de Deportistas. Uno de esos candidatos es Ignacio Guerras Pérez, actual presidente en funciones, y aspirante a su cuarto mandato al frente del golf madrileño.
Sin duda, muy positivo. El golf en Madrid ha crecido exponencialmente y aunque la crisis le ha puesto en un brete con la bajada en el número de licencias, los esfuerzos que han realizado los clubes de la región y los sólidos cimientos sobre los que hemos construido la federación a lo largo de estos años han servido para sustentar un deporte que en estos años ha asistido a un cambio en la mentalidad de los madrileños. Quizás una de las cosas de las que me siento más orgulloso y que más valoro del trabajo de todo el personal de la federación es haber hecho realidad nuestro lema y conseguir un golf para todos.
No hay secretos. En estos años hemos pasado de tres a cuarenta empleados porque hemos crecido a la par que el golf madrileño. Sin prisa, pero sin pausa. Gestionando los recursos de que disponíamos con cautela a sabiendas que el boom que se produjo a finales de los 90 y principios de los 2000 había que afianzarlo. Llegó un momento en que los federados madrileños necesitaban que su federación diese un salto de calidad en instalaciones, y con la ayuda de la Comunidad de Madrid nos trasladamos al Parque Deportivo Puerta de Hierro, el antiguo Parque Sindical. De aquella oficina en Capitán Haya donde apenas había sitio para quien venía a realizar una consulta hemos pasado a tener una modernas oficinas y nuestra propia instalación donde se forman los nuevos golfistas.
Lo primero es que todos los que formamos ya parte de este deporte rememos en esa dirección. La popularización debe partir de dentro. La necesidad de llevar el golf a todas las capas sociales está en el ADN de la Federación de Golf de Madrid y en esa dirección trabajan todos sus empleados. Pero para conseguir un “Golf para Todos” no vale estar a prueba y error. Por eso, solo las acciones con un proyecto viable se llevan a cabo. Buscamos un golf que la sociedad madrileña reconozca como suyo con acciones de popularización en las que les hemos acercado el golf al Metro, a las calle o a los centros comerciales. Allí donde había un madrileño que no conocía el golf ha estado la federación para mostrárselo. Pero no hay que olvidarse nunca de los que ya juegan. Atraer nuevos jugadores es fundamental para que el golf goce de buena salud, pero es muy importante que todos los federados tengan oportunidad de jugar, por eso se han creado competiciones para todas las categorías.
Que quiere que le diga. Eso se llama demagogia. El tema del dinero es muy sensible para todos y es muy fácil buscar el desprestigio del rival acusándole de dilapidar los fondos. En cualquier caso las cuentas de la federación están auditadas tanto por la Comunidad de Madrid como por una auditora especializada y, aprobadas por los miembros de la Asamblea General.
Es verdad que en el último año hemos tenido que hacer frente a la fusión del Centro de Tecnificación con la federación lo que ha generado los gastos normales en este tipo de operaciones. Afortunadamente la gestión económica es buena, y con el asesoramiento de Cuatrecasas, se ha podido hacer frente a la fusión con el menor impacto posible. Precisamente porque nunca se ha “metido la mano en la caja” la federación goza de buena salud financiera.
Ni nos vamos a ir a los Juegos de Río, como se va diciendo por ahí, ni nos hemos gastado cientos de miles de euros en gastos de representación, es más, creo que esa partida no ha llegado a 20 mil. En todo caso, me preocupa poco. Lo que me apena es quien pretende representar al golf madrileño menosprecie la inteligencia de los federados al pensar que a fuerza de repetir una mentira esta se convertirá en verdad.
La industria del golf en Madrid es muy importante. No solo por lo que supone para este deporte, si no por la cantidad de empresas que aportan al tejido empresarial madrileño. Más allá de los campos, clubes y canchas, que sin duda son fuente de riqueza para la región, hay una infinidad de compañías, más o menos grandes, que van desde fabricantes de material auxiliar, como textil o trofeos, hasta las que están relacionadas con el sector turístico donde la federación ha hecho una importante apuesta con la plataforma GolfMadrid, en la que está acompañada por la Asociación de Campos de Golf de Madrid que desde su fundación está luchando por un sector con peso específico en la Comunidad.
Hay que tener en cuenta que muchas de esas pequeñas empresas son proveedores de la Federación así que una de las fórmulas en las que la colaboramos con la industria es manteniendo al día nuestras obligaciones en el cumplimiento puntual de los pagos para garantizar, en la medida de lo posible, su continuidad en el mercado.
Ahora trabajamos para intentar que el tramo de IVA se reduzca y que eso contribuya al repunte de la industria.
Comenzar de niño en un deporte es fundamental. Y no solo por crear afición o para buscar popularizarlo, si no para poder aprenderlo y llegar a jugar con más o menos acierto. El golf es un deporte complejo en su aprendizaje y cuanto antes se empiece mejor. Con este criterio fuimos a buscar a los niños a su entorno, a los colegios. El proyecto encaja a la perfección en nuestra misión de desarrollar y promocionar el golf. Si conseguimos atraer a los niños estos harán lo propio con sus padres. Si juegan en familia acabarán siendo los mayores defensores de este deporte.
Ahí me toca la fibra sensible. Si de algo puedo presumir es de haber sido el precursor del golf adaptado y me molesta especialmente que se argumente que planeo desmantelarlo. Poner en marcha el golf adaptado parecía una utopía, pero me ha dado grandes satisfacciones. Ya son 130 los golfistas con discapacidad que juegan habitualmente el circuito o que acuden a las escuelas de golf adaptado que tenemos en funcionamiento. Hemos logrado tener un grupo de chicos y chicas con discapacidad intelectual que son capaces de competir y el Campeonato de Madrid es una de las citas más esperadas por los jugadores adaptados de toda España.
Curiosamente este es otro de los puntos que se utiliza para criticar mi gestión aludiendo que no se hace nada, o muy poco, por el golf femenino. Prácticamente 22 mil licencias pertenecen a madrileñas de todas las edades y por eso todas las categorías femeninas cuentan con torneos específicos. El problema es que las señoras tienen dificultades para acudir a los torneos y por eso a veces nos vemos obligados a suspender un campeonato como acaba de ocurrir con el de 4ª Categoría, donde sólo cuatro señoras se habían inscrito.
Las mujeres más jóvenes trabajan y por tanto no disponen de tiempo a diario. Por otra parte, también son las que más obligaciones tienen cuando llega el fin de semana. Estoy convencido de que más que crear torneos, lo que hay que hacer es trabajar para conciliar golf y familia con fórmulas en las que el tiempo disponible no sea un hándicap para nuestras jugadoras.
Volvemos un poco sobre lo hablado. Creo que los clubes, campos y canchas han hecho un trabajo excepcional durante todos estos años y es justo reconocerlo. En la próxima legislatura, si los madrileños me renuevan su confianza como así espero, lo clubes pasarán a formar parte de la Junta Directiva y no solo de la Asamblea como ocurría hasta ahora. De esta forma, ellos que conocen el golf a pie de calle y que conviven con los golfistas, tendrán también su lugar en la toma de decisiones. Además, me comprometo a que sean los propios clubes quienes designen a los miembros que les representen en la directiva.
El Centro de Tecnificación ha sido el vivero de la popularización del golf en Madrid. Hoy en día es casi imposible imaginar cómo sería el golf madrileño si no hubiese existido el Centro de Tecnificación. Desde su inauguración han sido miles los madrileños que han acudido a recibir clases o a practicar en una instalación perfectamente equipada y que ofrece unos precios muy contenidos, lo que ha logrado generar más de siete mil licencias. Un número que duplica las del Centro Nacional de Golf y que deja muy atrás otras instalaciones como Sant Joan, que el pasado año cerró el ejercicio con menos de tres mil. Además, los federados saben que pueden practicar sin aglomeraciones en unas instalaciones que satisfacen hasta a los más exigentes, gracias a que se reinvierten en ella los beneficios que genera.
El calendario de competiciones de la Federación de Golf de Madrid incluye actualmente más de 200 competiciones que cubren todas las categorías. Cualquier federado, desde los benjamines que dan sus primeros pasos en el golf y que aún juegan con Hándicap No Nacional, hasta los grandes “jugones”, esos a los que el campo les debe golpes, encuentran su oportunidad para competir, incluso los profesionales cuentan con su propio circuito. Si es cierto que la limitación en el número de jugadores que puede acoger el campo, sobre todo en determinadas épocas del año en las que hay menos horas de luz, obliga a que muchos se queden fuera, bien que me gustaría arreglarlo incrementando el número de pruebas y en esa dirección trabajamos.
El apoyo a los jugadores con una mayor proyección deportiva es uno de los objetivos que nos marcamos desde que llegué a la federación. Los amateurs de élite cuentan desde hace tiempo con el Programa CETEMA donde el equipo de Madrid recibe formación deportiva y académica en un ambiente que le facilita, no sin esfuerzo, combinar dos actividades tan exigentes como el golf y el estudio.
Los miembros de CETEMA son escogidos por sus méritos golfisticos, pero también deben hacer valer los académicos para seguir en el programa. A partir de ahí, ponemos el objetivo en su formación universitaria alcanzando acuerdos con Universidades como la Francisco de Vitoria con la que ya se lleva años colaborando para que nuestros deportistas no tengan que abandonar España, pero también orientando a aquellos que buscan realizar su formación fuera de nuestras fronteras para que encuentren la Universidad que mejor se adapte a sus expectativas de carrera y a su nivel de juego.
En cuanto a los profesionales, desde hace años cuentan con el Programa Jóvenes Promesas en el que reciben ayudas en sus primeros años en el profesionalismo.
La federación es una institución viva y en constante cambio, siempre quedarán cosas por hacer. En los próximos cuatro años, que como bien dice serán los últimos en los que permanezca como presidente, quiero completar algunos de los proyectos ya iniciados con sectores que han apostado mi para llevarlos a cabo y no me parecería honrado traicionar esa confianza sin llevarlos a cabo.
Me refiero sobre todo a los relacionados con la industria donde se está trabajando por integrar a clubes, marcas comerciales, turismo, organizadores, patrocinadores y medios de comunicación en un sector fuerte cuyo peso específico sea reconocido y valorado en la creación de riqueza para la Comunidad. Además, hay en marcha muchos proyectos para la promoción y fomento del golf con modestas instalaciones en lugares estratégicos que estoy convencido de que sin la estrecha relación del actual equipo con la Real Federación Española de Golf y con la Comunidad de Madrid no saldrían adelante.
He tenido la suerte de rodearme siempre de personas íntegras y entregadas a la federación. La carga de trabajo, las exigencias y la renuncia que supone pertenecer a una entidad que te va a robar muchas horas, a ti y a tu familia, requiere de personas que están verdaderamente comprometidas con una labor que nunca se verá remunerada al menos si yo estoy al frente de la federación.Un perfil que cumplen al detalle quienes me acompañan. Pero además, son personas con un altísimo conocimiento del golf, ya sea en la federación o en clubes o en la industria.
Hay 80 mil personas ante las que responder y yo no puedo permitir que quien les representen no tenga la capacidad y la experiencia necesaria. Aquí no vale con tener experiencia profesional, jugar muy bien al golf o saber mucho de reglas, hacen falta cualidades muy concretas y conocimientos muy profundos de la actividad federativa y todo eso, lo cumple el equipo que me acompaña. Sin excepción.
