Lo que se hace por un amigo para ayudarle con sus problemas excede, en muchas ocasiones, esa delgada línea que separa la buena intención y la vergüenza ajena –y más aún en los últimos años, pues la proliferación de internet hace que cualquiera en cualquier parte del mundo pueda compartir sus dificultades con millones de personas a quien ni siquiera le ponen cara-. Además, si a este cóctel le añadimos la existencia de un colega con mucha guasa, el resultado no puede ser otro que explosivo.
Y si no que se lo digan a Dave, un joven jugador amateur estadounidense que tuvo la “genial” idea de contarle a su compañero Chris Chaney –una persona muy activa en las redes sociales que, además, cuenta con un blog de golf- que el próximo mes de julio viajaría con su esposa a Hawái.
“¡Fenomenal, Dave! Espero que hayas sondeado la posibilidad de ir a jugar al Plantation Course de Kapalua. Igual no te ves en otra como ésta”, debió decirle Chris a su amigo. “Sí, lo he estado mirando, pero mi mujer no me deja”, contestó el primero.
Estas palabras cayeron como un jarro de agua fría en Chris, que en ese momento ideó un plan para que su colega no se quedara con las ganas de pisar la hierba de la sede del Hyundai Tournament of Champions. Entró en GoFundMe, una de las plataformas líderes a nivel mundial en la búsqueda de crowfunding –ya hablamos de ella al comentar el caso de Sammy Schmitz, el amateur que reunió 25 mil dólares para estar presente el próximo mes en Augusta- e inició una campaña en búsqueda de 300 dólares para costearle una ronda en este maravilloso complejo.
Era tal la originalidad que las muestras de apoyo no se hicieron esperar. En apenas 48 horas Chris recogió más de 400 dólares de casi 40 mecenas –alguno dio hasta 100$ por la causa-. De hecho, hubo gente que, aprovechando el donativo, quiso dejarle un mensaje a Dave. Desde desearle suerte y que disfrutara de la experiencia hasta unos pocos que ponían en duda su matrimonio. “Este es un gran ejemplo de por qué nunca deberías haberte casado”, llegó a escribir un usuario.
El dinero ya no es un problema. Falta que la presión mediática haya hecho su trabajo sobre la mujer de Dave.