El dióxido de carbono (CO2) es uno de los gases causantes del efecto invernadero. El incremento en la atmosfera de dicho gas produce una afección sobre el clima alterando el equilibrio de radiación algo que los investigadores de la firma Nike están dispuestos al menos a rebajar con una, o más bien millones, bolas de golf.
El invento que forma parte de una patente de Nike en Estados Unidos tiene por objetivo nada menos que “ayudar a reducir los niveles atmosféricos de dióxido de carbono y ayudar a aliviar el calentamiento global”.
Esta ambiciosa meta se consigue de dos maneras, según describe la patente: por un lado, cada vez que golpeas la bola ésta se lleva en su trayectoria una levísima cantidad de moléculas de anhídrido carbónico. Por otro, el proceso de la fabricación de la pelota es neutral en CO2.
Al golpear la bola, unas microcápsulas ubicadas en la capa superficial se deforman y liberan una reacción en cadena que absorbe el dióxido de carbono a medida que la bola viaja por el aire, según explica la revista Mother Jones. El elemento químico capaz de realizar esta proeza es una mezcla de hidróxidos y óxidos alcalinos, la cual no se detalla.
La pregunta que queda en el aire de difícil respuesta es: ¿Cuántos golpes se necesitarían para rebajar, aunque fuera levemente, el CO2 en nuestra atmosfera?