Fue como un relato salido de un cuento. El golfista semidesconocido que, tras un torneo impecable, logró vencer a los mejores en un final emocionante. Esta es la historia de James Hahn, el estadounidense que durante algún tiempo tuvo que dejar a un lado el golf para ser vendedor de zapatos y poder costearse el alquiler.
El deportista de origen surcoreano logró el pasado domingo la victoria en el Northern Trust Open -su primer título en el circuito PGA- lo que le ha valido para obtener la clasificación para el Masters de Augusta del próximo mes de abril, su segunda participación en un grande después del U.S. Open de 2012.
Hasta hace una semana si alguien preguntaba en el circuito por James Hahn pocos golfistas podían ir más allá de que fue el deportista que bailó el Gangnam Style en el Phoenix Open de hace unos años. Hoy, la visión de esos golfistas sobre Hahn seguro que ha cambiado.
Con la victoria en el tercer hoyo de desempate ante Dustin Johnson y Paul Casey, el ascenso en la clasificación mundial ha sido meteórico –ha pasado del puesto 297 al 86–, hecho que no termina de asumir el californiano. “Algunos días me miro en el espejo y pienso que no debería estar aquí. Todavía recuerdo cuando participaba en torneos pequeños y no tenía dinero para costearme los desplazamientos”.
Ahora Hahn tiene una esposa y una niña que tiene previsto llegar al mundo en unas tres semanas. “Voy a ser papá. No podría estar más emocionado y nervioso”, comentó el norteamericano. Aunque todavía no tiene nombre elegido, el golfista le propondrá a su mujer uno especial que le recuerde la hazaña que acaba de conseguir. “Voy a tener que hablar con mi esposa sobre Riviera. Creo que es un buen nombre”.