El futuro ya está aquí. Aunque el hombre todavía no ha sido capaz de llegar a Marte, no es extraño que la NASA realice experimentos e investigaciones intentando emular las condiciones de vida del planeta rojo para ver si, en un futuro, podría ser habitable por la raza humana.
Jocelyn Dunn, una estudiante de doctorado en la Escuela de Ingeniería de la universidad de Purdue tuvo la oportunidad de trabajar durante ocho meses como jefe científico para una de estas misiones de simulación de la NASA, llevándose a cabo en la ladera norte de Mauna Loa –con una elevación de casi dos kilómetros y medio–, en la isla grande de Hawaii. Hasta aquí podría parecer una investigación como otra cualquiera, pero ¿y si les digo que intentaron reproducir cómo sería golpear una bola de golf con estas condiciones de vida?
Dunn, exjugadora de golf en la universidad, llevó consigo un hierro 7 y algunas pelotas y, tras enfundarse el traje espacial, salió a dar unos golpes. Fue una tarea complicada, puesto que el uniforme daba lugar a pocas maniobras y pudo desplazar la bola unos 90 metros, cuando normalmente con ese palo estaba golpeando unos 135 en condiciones normales.
Todo esto tiene una explicación científica, y Dunn lo quiso reflejar en su blog. “La física del golf es mucho más simple en Marte. Sin una atmósfera, el planeta rojo tiene solo el 1% de la densidad del aire de la Tierra. Por lo tanto, las fuerzas aerodinámicas como la sustentación y la resistencia son poco importantes aquí. Con la oposición de solo un tercio de la gravedad de la Tierra cada explorador de Marte podría golpear la bola más lejos que los jugadores del PGA Tour en nuestro planeta”, explica.
Sus conocimientos en el campo de las ciencias han convertido a esta científica norteamericana en un serio rival con los palos de golf, y piensa demostrarlo cuando termine sus estudios: “Cuando finalice el doctorado tengo la intención de retomar el golf y jugar con más regularidad para poder competir en las eliminatorias de la USGA (Asociación de Golf de los Estados Unidos). Quiero ver lo que puedo conseguir con la madurez que tengo ahora”.
Aunque su verdadero sueño sigue siendo viajar entre otras estrellas: “He encontrado muy interesante mi trabajo en esta misión simulada de la NASA, por lo tanto, me voy a presentar a la próxima selección de astronautas”.