Hace apenas dos días Jon Rahm hablaba de Sergio García y de su victoria en Augusta en el blog que mantiene en la Federación Vasca de Golf. 48 horas después, el de Barrika hace balance de su participación en el Masters, tal y como prometió, del que se lleva varias lecciones que a buen seguro le serán muy útiles para un futuro, como él mismo reconoce.
Lo primero que llamó la atención al joven jugador de Augusta es como va cambiando el campo conforme va pasando la semana. «El miércoles es ya muy distinto a como lo jugaste el lunes y el martes. Sé que siempre se ha dicho, pero llama mucho la atención cuando uno lo comprueba por sí mismo. La velocidad de los greenes es muy diferente. Es como si debajo de cada uno tuvieran una tuerca y el miércoles le dieran un apretón fuerte«, escribe el de Barrika.
Pero si de algo tiene que aprender es de los endiablados greenes del National ya que de tee a green así como con el juego corto se siente satisfecho. «Creo que tengo que patear como lo hacía en Larrabea, mi campo de Álava. Evidentemente, allí los greenes no son tan rápidos, pero también tienen mucho movimiento. No dejarme putts largos de vuelta, jugar con los contornos y pensar que a veces, para dejarla cerca de bandera, tienes que tirar diez metros a la derecha o a la izquierda, y no directa al trapo«, añade Rahm.
Pero si de algo tiene que aprender es de tener paciencia, algo de lo que ha carecido en algunos momentos esa semana así como en el US Open y el Open Championship. «Ya va tocando que la asimile porque me pasó también en el US Open y en el British y ya me lo dije entonces. Sigo teniendo que aprender a ser paciente en los grandes. Pierdo pronto la paciencia y tengo que aguantar más, aprender eso. Hay que tener un extra de paciencia«.
Las dos últimas lecciones aprendidas se refieren a la estrategia en el campo, de como hacer resultado y de como atacar las banderas siendo uno de los jugadores que más birdies materializa. «Soy un jugador que hace birdies, por ahí no hay ningún problema, como en Oakmont, que acabé con más birdies que Dustin Johnson, el ganador. Ese dato me sorprendió, pero fue así. De este modo, tengo que evitar los bogeys«.
Y continúa Jon: «En este sentido, la cuarta lección, tiene que ver con esto que acabo de comentar, y es que hay algunas banderas por las que se puede ir directo y otras no. En algunas ocasiones tengo que tirar menos a bandera y más a centro de green, aunque tengas un palo corto y te tiente. Tengo claro que en Augusta es mucho mejor dejarse un putt de ocho metros cuesta arriba que uno de dos metros cuesta abajo. Hay que jugar con los contornos del green, divertirse«.
Y finaliza del modo más optimista: «Creo que Augusta es un campo que se me puede dar bien. Fomenta la creatividad y yo pienso que por eso se le da tan bien al jugador español, Seve lo entendió muy pronto, así como Olazábal o Sergio. Augusta te empuja a hacer cosas fuera de lo común alrededor de green y eso es muy bueno, a mí me gusta mucho. No me considero un jugador común, me gusta divertirme, jugar con el campo, ir de árbol en árbol, como se vio en el par que hice en el hoyo 1 nada más empezar el Masters… Está siendo una época muy bonita y estoy disfrutando«.