El León de Barrika hizo balance de la temporada en Meaztegi Golf, una vez finalizó el ‘Seve & Jon golf for kids’, evento que reunió a más de 600 niños embrujados por la magia de Seve Ballesteros y el duende de Jon Rahm. Su victoria en el torneo de Tiger, su pelea por el Masters, la presión a la que se somete, el jugar en Europa o el domingo del Open de España fueron algunos de los temas a tratar.
Balance del año: “La palabra clave de este año es madurez. He crecido y he ganado más como persona que en el campo de golf. No me esperaba jugar tan bien, ganar tres veces, en los dos Circuitos ¡y el Open de España! Mi principal objetivo era el crecimiento personal para afrontar el futuro de mejor manera”.
Triunfo en el torneo de Tiger: “Me entregó el trofeo y fue muy emocionante. Pero fue distinto, ahí estábamos 18 jugadores y no competíamos uno contra uno como en la Ryder Cup. ¡No sé si me ha cogido manía o respeto!, pero hay un sentimiento mutuo”.
Ryder Cup, Master: “Tenía la Ryder Cup en mente desde hacía tiempo. Era un sueño pero sabía que era posible. De este año, lo más importante ha sido estar en la pelea el domingo en el Masters, no estaba cerca pero con un buen domingo habría tenido alguna opción. Me gusta aprender de esto. He conseguido mucho más de lo que puedo conseguir, así que prefiero no hablar mucho de objetivos”.
Presión: “Me pongo más presión de la que nadie me pueda meter. Siempre he sido así. No me tomo como presión las ganas del público español porque gane o las expectativas. Sería peor si nadie diera un duro por mí, pero si tienes el apoyo de todo un país no pesa, sino que te levanta”.
Un Grande: “Querer ganar, sí. Siempre es un objetivo. Llevo queriendo ganar un Grande desde niño, pero ganar un Grande no es nada fácil, hay que jugar bien y me lo tomo con paciencia. Me gusta ir semana a semana, golpe a golpe. Si solo pienso en el Masters me voy a perder mucho de todo lo que hay entre medias”.
Jugar en Europa: “El calendario no cambia mucho, aunque sí que plantea algo diferente. Soy campeón defensor en el Open de España y la semana de Valderrama, que siempre he jugado en Francia, la tengo abierta y la quiero jugar”.
Seve y Tiger: “Es difícil compararles porque es otra era y el golf era muy diferente anteriormente. Si consigo ganar los mismo Grandes que Seve estaré muy satisfecho, sobre todo si son tres Open Británicos, que es increíble. Seve y Tiger son referentes para aprender y yo, conseguiré lo que consiga”.
Campos largos y pegadores: “La mejor manera de limitar al pegador es hacer el campo corto y estrecho. En Estados Unidos lo hacen al revés. Cada vez más largo, más ancho y ayudan al pegador. Donde yo más me divierto es en los campos más antiguos, en campos como Valderrama, Neguri, Colonial… en los que no se hacen resultados bajos. Neutralizan nuestra pegada cuando son cortos”.
Domingo del Open de España: “Sentí mucho orgullo porque he tenido la suerte de ser campeón de España cadete, junior, boys y quería ganar como profesional. Sabía que Sergio lo había ganado también. Tenía muchas ganas, en el Centro Nacional, donde pasé mucho tiempo, en la casa de la Federación Española. Fue el torneo más difícil de ganar, compaginar las ganas del público con mis ganas de ganar fue muy difícil. Cada vez que pegaba un golpe nunca había tenido un apoyo como allí y aquello era muy difícil de digerir. Mentalmente acabé destrozado”.
Equipo de trabajo: “Todos tienen una parte en el éxito. Con quien más tiempo paso es con Adam, mi caddie, pero todo lo que sucede fuera me ayuda a hacerlo mejor en el campo. De entre todo el equipo, Adam está un par de escalones por encima. Sin él de caddie no habría ganado lo que he ganado. Ha sido de gran ayuda”.