Mientras intenta asimilar todo lo sucedido en los últimos días y semanas: campeón en varios torneos universitarios; ganador del Ben Hogan Award por segundo año consecutivo; ganador del Jack Nicklaus Award cuyo premio recibió este mismo domingo sobre la hierba de Muirfield Village de manos del propio Nicklaus; campeón en la previa del Barbasol obteniendo plaza en el mismo; y por supuesto, el reconocimiento tanto de medios de comunicación como de grandes personajes del mundo del golf.
Con todo ello, parece difícil centrarse en disputar el US Open, segundo Grande de la temporada, pero Jon Rahm parece tenerlo claro: «Tengo los cinco sentidos puestos en el US Open. Estoy entrenando en Arizona State junto a mi entrenador, Tim Mickelson, y a mi compañero, Ben Shur, que será mi caddie en Oakmont. El fin de semana viajaremos ya hacia Pittsburgh para entrenar el campo y vivir una experiencia que confío en que sea increíble». Son palabras de Jon Rahm extraídas del último post publicado en la web de la Federación Vasca de Golf.
«Trato de asimilarlo todo y creo que lo llevo bien», afirma el jugador de Barrika. «Soy una persona tranquila, aunque son muchas emociones seguidas. Ganar el premio Jack Nicklaus fue una guinda más en un pastel que no puede estar más rico. No sólo por el trofeo, que es muy importante, sino por la posibilidad que me ha dado de jugar el Memorial Tournament el año que viene».
Tal y como apuntábamos desde OpenGolf, ese encuentro con Nicklaus será difícil de olvidar por el número uno del mundo amateur. «El domingo viví posiblemente el día más emocionante de mi vida. Increíble. Creo que estaba más nervioso que cualquier última ronda de torneo en la que haya estado peleando por el triunfo. Os podéis imaginar. Yo con Jack Nicklaus a mi lado. Con el gran Jack Nicklaus. Una pasada. Y encima para entregarme un trofeo, su trofeo. Fue un día muy especial que jamás olvidaré».
En esa entrega de premios, Jon Rahm tuvo ocasión de intercambiar algunas palabras con el ganador de 18 Majors y cuenta la anécdota sucedida durante ese encuentro. «Es una persona encantadora, amable, entrañable. Y muy simpático. Sólo os cuento una: cuando me presentaron y dijeron que había batido su récord en el Campeonato del Mundo Amateur que gané en 2014, se giró, me miró y dijo: “Whaaaaaaaaaaat???” Fue muy gracioso».