Amanecía con intenciones de lluvia el día en Pretoria y lo cierto es que no ha defraudado –tanto en el aspecto climatológico como en la actuación de la Armada-. Finalmente dos serán los elegidos para representar a España en los últimos 36 hoyos de este Tshwane Open… Y gracias. Eso sí, uno de los dos jugadores que se quedan en el torneo tiene visos de pelear hasta el final por la victoria. Se trata de Jorge Campillo (69 golpes, -6), quien ha luchado como un jabato para mantenerse dentro de los diez mejores del torneo y sigue atando en corto al escocés Scott Jamieson (65 golpes, -10) y al sueco Alexander Björk (67 golpes, -10), líderes en Sudáfrica.
De hecho, la ronda del cacereño es de lo poco salvable para los nuestros de este viernes en el circuito europeo, pues fue el único golfista que consiguió marcharse a Casa Club con el bajo par bajo el brazo y con la sensación de seguir en la línea de juego que le permitió afianzarse en las primeras plazas hace solo 24 horas. El extremeño empezó con un bogey en su primera bandera, pero a raíz de ahí se creció y sumó tres birdies antes de alcanzar el cruce, algo que aseguró en sus segundos nueve hoyos tras el birdie y el bogey. Así pues, dos bajo par para él y Campillo que sigue agazapado en segunda línea esperando un pinchazo de los hombres de delante.
Algo que también hubiese podido conseguir el barcelonés Pep Anglés (74 golpes, Par) si no llega a ser porque al catalán no le salió prácticamente nada en sus segundos 18 hoyos. El joven jugador español, que arrancó con dos bogeys tempraneros en su primera y su cuarta bandera, no encontró en ningún momento el camino del hoyo y solo un gran putt en el hoyo 7 –su antepenúltima bandera del día- le libró de haber caído en el corte del torneo, un hecho que no pudo evitar el cántabro Nacho Elvira (73 golpes, +1).
El jugador santanderino, que hace solo dos semanas alcanzaba la treintena de edad, cayó al abismo después de una desconexión de aproximadamente una hora, el tiempo en el que entre la parte final de sus nueve primeros hoyos y el comienzo de sus nueve segundos cosechó un doblebogey y cuatro bogeys en seis banderas, lo que le acabó condenando. De poco sirvieron los tres birdies de la parte final de su vuelta, pues el uno sobre par no le sirvió para alcanzar el fin de semana. Como a Adrián Otaegui (74 golpes, +2) y a Eduardo de la Riva (77 golpes, +8), que se despiden del campeonato a las primeras de cambio.