Un estudio concluye que los deportistas pueden incluir bebidas con bajo contenido alcohólico como la cerveza en su dieta habitual.
El estudio trataba de determinar a través de diferentes encuestas, la relación existente entre la práctica deportiva, en sus diferentes grados, con los hábitos de vida saludables y en este caso, con la ingesta de líquidos distintos al agua, como las bebidas fermentadas de bajo contenido alcohólico, (cerveza, vino o sidra) y otras bebidas de contenido alcohólico más elevado.
A pesar de las diferencias de actividad deportiva la cerveza es la bebida con contenido alcohólico consumida de forma moderada por todos los participantes después de la realización del ejercicio físico.
El alto contenido en agua y el equilibrio de sus componentes (hidratos de carbono, bajo contenido en sodio y ausencia de grasas) hacen de la cerveza una bebida refrescante con un aporte calórico muy bajo, debido también a que se trata de la bebida alcohólica de menor graduación, en torno a 4º-6º. Una caña (200ml.) contiene 90 calorías, lo mismo que un zumo de naranja. Además, la cerveza sin alcohol apenas tiene calorías(100 ml./14kcal.), pero conserva las vitaminas y minerales de la cerveza con alcohol.
La cerveza también es idónea en la recuperación del metabolismo de los deportistas tras el ejercicio físico ya que su consumo moderado puede contribuir a mantener niveles más altos de glucosa plasmática y atenuar las respuestas hormonales de estrés.
Las maltodextrinas, carbohidratos de gran interés para la nutrición deportiva y presentes en la cerveza, corrigen la posibilidad de hipoglucemia, ya que se metabolizan lentamente y dan lugar a concentraciones de azúcar en plasma menos elevadas.
Además, la acción antioxidante derivada de su contenido en polifenoles la hace especialmente interesante como bebida cardiosaludable, tomada de forma responsable.
Por otro lado, es un aporte importante de complejo vitamínico B que, puede incidir en un control adecuado de los márgenes de cardiosaludabilidad, a través del control de los factores de riesgo.
De ahí que la cerveza, tanto si es con alcohol o en su variedad «sin», pueda incluirse en la dieta habitual de los deportistas.
El estudio, promovido por el Centro de Información Cerveza y Salud ha sido dirigido el doctor Juan Antonio Corbalán, especialista en fisiología del ejercicio y exjugador de baloncesto profesional, del Instituto de Rehabilitación Funcional y Ciencias aplicadas al Deporte de La Salle, junto a los doctores Javier Marco y Cristina Fernández, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.