La noche del cinco de enero es la más mágica del año. Los pequeños viven un día de nervios por la inminente llegada de los Reyes Magos que desde el lejano Oriente traen regalos para todos. Las cabalgatas, habituales en todas las ciudades y pueblos, reparten ilusión y alegría. Unas con más contenido, otras más espectaculares, pero cabalgas al fin y al cabo.
Sin embargo, en Algeciras, será por aquello del gentilicio de Especiales, el ritual previo es muy diferente. Desde primeras horas de la mañana del día cinco, miles de niños arrastran latas desde el centro de la localidad hasta el recinto portuario. El objetivo hacer mucho ruido para que Melchor, Gaspar y Baltasar, no olviden dejar regalos en las casas de todos los algecireños
El 5 de enero, otra vez, Algeciras y el Campo de Gibraltar despertarán con un ruido que es mágico
Según los investigadores, hay antecedentes desde el año 1900 y aunque luego se interrumpió, al menos de manera multitudinaria, durante mucho tiempo, al inicio del siglo XXI se recupero la tradición y se ha convertido en un atractivo turístico que, además, se ha trasladado a otros municipios del Campo de Gibraltar e incluso ya hay otras localidades en Andalucía que lo exportan y miran con atención esta curiosidad.
De hecho, el Ayuntamiento algecireño, con la delegada de Turismo y presidenta de la Mancomunidad, Susana Pérez Custodio a la cabeza, suele mostrar este reclamo en FITUR y otros acontecimientos.
Leyendas y cuentos
Cuenta la leyenda, hay dos versiones, que un año, en la época más compleja de España, los Reyes Magos no dejaron juguetes en las casas de Algeciras. Los padres, tiraron de inventiva, indicando que sus majestades se habían quedado dormidos. Es por ello que al año siguiente el ruido ensordecedor, ahora mágico, de las latas alertaba a los tres magos que en Algeciras también querían juguetes.
La otra versión, más amable, alude a un cuento, ‘El gigante Botafuegos’, escrito por el profesor Juan Ignacio Pérez. Está dedicado para que los más pequeños disfruten de la historia que se narra así como de las ilustraciones a todo color, obra de Nono Granero.
Juan Ignacio Pérez se inventó una historia en 1998 para dinamizar y relanzar ese arrastre de latas que se había perdido en décadas anteriores en Algeciras. Para este fin, creó un personaje gigante al que los niños vencerían haciendo ruido, de una manera cooperativa, no violenta y original.
Este personaje cubría con la niebla del Estrecho la ciudad para que los tres Reyes no la viesen, pero el ruido de las latas era superior a los intentos del gigante. Desde entonces, cada año ha ido superándose y en esta edición de 2025, Correos ha dedicado un sello al arrastre de latas con una tirada de 4 millones de ejemplares, por lo que en estas fiestas se ha podido ver esta particular celebración en todo el mundo.
El 5 de enero, otra vez, Algeciras y el Campo de Gibraltar despertarán con un ruido que es mágico y con el que los Reyes no olvidarán su compromiso con los más pequeños de la ciudad.
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