A cada hora que pasa vamos conociendo más y más detalles de la detención de Tiger el pasado lunes en Júpiter (Florida). Sobre todo porque la policía está lanzando a cuentagotas pero de forma continuada la información. Si el martes fue el informe, el miércoles publicaron en las redes las fotos de los posibles daños que presentaba el Mercedes negro de Woods y este jueves ha sido el vídeo. Sí, 15 minutos de metraje en los que puede apreciarse claramente que el estado del jugador californiano no era el óptimo para coger el volante.
En el vídeo que les presentamos -de aproximadamente 7 minutos- pueden verse algunas de las pruebas a las que fue sometido el deportista estadounidense y que ya contamos en cuanto salió a la luz el informe. Gracias a la cámara integrada en el coche patrulla, puede verse a un Tiger incapaz –ya no solo de caminar en línea recta a través de la carretera- de pronunciar frases inteligibles durante un tiempo prolongado.
Según han detallado los agentes, el coche del golfista presentaba algunos daños menores en su carrocería, incluyendo tanto el parachoques delantero como el trasero, así como dos pinchazos en varias ruedas.
A pesar de que el alcohol no tuvo nada que ver en el suceso, como apuntó Tiger en un principio y confirmaron los agentes más adelante al dar negativo en los test de alcoholemia, todo parece indicar que el jugador se ha visto envuelto en una reacción en cadena tras combinar varios medicamentos recetados para la rehabilitación de su última operación de espalda. Saldremos definitivamente de dudas el próximo 5 de julio, para cuando está programada la lectura de cargos.