Uno de los aspectos en los que se habrán detenido en estas primeras horas de The Open Championship sobre la hierba de Royal Troon es en el speaker que hace la presentación de los golfistas en la salida de cada uno de los partidos. Si echan un poco la vista atrás recordarán que Saint Andrews vivió la despedida del sempiterno Ivor Robson después de 41 British y miles y miles de nombres pronunciados a sus espaldas. Marc Leishman, Jordan Spieth y Zach Johnson fueron los últimos golfistas que salieron por su boca en ese recordado PlayOff de desempate.
Robson se ganó a todas luces la jubilación, pero su lugar debía ser ocupado por otra persona –u otras personas, en plural, porque en Escocia no habrá mucha gente que puedan aguantar de pie 14 horas sin poder ir al servicio-. Así pues, David Lancaster y Matt Corker se han convertido en los sustitutos del que ha sido toda una institución para el tercer Major del año a lo largo del tiempo.
“Es todo un honor y un privilegio tener la oportunidad de convertirme en starter”, afirmó Lancaster. “The Open es uno de los eventos más prestigiosos del mundo del deporte, un patrimonio del golf. Matt y yo estamos con muchas ganas de formar parte de la historia dando la bienvenida a los jugadores en el primer tee”, concluyó.
Tanto Lancaster como Corker forman parte de la misma compañía, que ayuda de manera individual y colectiva a otras empresas con la elaboración de presentaciones en distintos eventos con una gran carga cualitativa, y esto no pasó desapercibido para la organización. “Estábamos buscando starters que se sintieran cómodos delante de dos mil personas y de más de dos millones de espectadores a través de la televisión”, comentó Johnnie Cole-Hamilton, director ejecutivo de los campeonatos en la R&A. “Nos recomendaron a David y a Matt por su experiencia en este terreno y tenemos muy claro que serán muy apropiados para el papel”, finalizó el directivo.
A lo largo de los días los conoceremos un poco más a través de sus voces. Tendrán que hacerlo muy bien, porque Robson dejó el listón muy alto.