El golf español concluyó el año 2018 con 271.170 federados, 269.578 de ellos amateurs y 1.592 profesionales, según los datos del recuento oficial realizado con fecha de 31 de diciembre.
Este dato supone un descenso absoluto de 914 licencias durante el pasado ejercicio, que en términos porcentuales es un 0.3% menos que a primero de año, el menor decrecimiento experimentado en el periodo comprendido entre 2011 y 2018, coincidiendo con buena parte de la prolongada crisis económica.
En el marco de este periodo de decrecimiento 2011-2018, es la quinta vez consecutiva que la tasa porcentual mejora con respecto a años anteriores –cuando los descensos experimentados fueron del 6.0% (2013), del 3.7% (2014), del 2,7% (2015), del 1.5% (2016), del 0.5% (2017) y, ahora en 2018, del 0.3%–, lo que en términos estadísticos se entiende, si se mantiene esa tendencia, como punto de inflexión desde el citado momento.
Tomando como referencia un periodo temporal mayor, es preciso recordar que en 1990 había 45.000 jugadores en España; el listón de los 100.000 se rebasó en 1996; se registraron 200.000 en los primeros meses de 2002; a mediados de 2004 se contabilizaron 250.000 y a finales de 2006 se superó la barrera de los 300.000 federados. El pico máximo de número de licencias se produjo en 2010, cuando hubo 338.588 federados, iniciándose desde entonces el proceso de decrecimiento descrito anteriormente.
Si durante 2015 todas las Comunidades Autónomas registraron números rojos en el apartado de licencias, en 2018 seis han terminado en positivo y otra más en situación de equilibrio técnico, caso de Andalucía, unos datos que mejoran los contabilizados en 2017, cuando fueron cuatro las Comunidades Autónomas que vieron incrementado su número de federados.
En términos absolutos, Madrid, con 82.530 federados, concentra el 30% del total de licencias seguida de Andalucía, con 43.800, y Cataluña, con 28.696, aglutinando por su parte el 16% y el 10.6 % del total de federados, respectivamente.
Comunidad Valenciana (19.295), País Vasco (17.328), Castilla y León (13.225) y Galicia (10.490) son las otras Comunidades Autónomas que superan la barrera de los 10.000 federados.
La que más licencias amateurs ha sumado durante el ejercicio de 2018 ha sido Madrid, que se sitúa en 82.170 con una subida de 383 (un 0.5% más). Murcia, con 5.782 licencias y una subida de 256 (4.6%); Aragón, con 6.142 y una subida de 104 (1,7%); Canarias, con 7.528 y una subida de 77 (1.0%); Extremadura, con 2.376 y una subida de 75 (3.2%); y Baleares, con 7.263 y una subida de 61, también han experimentado repuntes.
En lo que se refiere a las pérdidas, atenuadas respecto a años anteriores, Andalucía, Navarra, La Rioja, Melilla y Comunidad Valenciana han sido las mejor paradas, con decrecimientos respectivos del 0.08%, 0.18%, 0.29%, 0.37% y 0,61%, cifras que en algunos casos se aproximan al equilibrio con respecto a 2017.
En términos absolutos, Cataluña y Castilla León fueron las Comunidades Autónomas que han sufrido un mayor descenso de federados amateurs a lo largo de 2018, en concreto 557 y 388 licencias menos, respectivamente.
Fuente: RFEG