A poco más de tres meses para que la cita por antonomasia del Golf mundial vea la luz en Le Golf National parisino, sorprende la dureza de las palabras de Mike Lorenzo-Vera en una reciente entrevista concedida al New York Times. Y es que el francés, lejos de ensalzar las virtudes del territorio que lo vio nacer y poner de manifiesto el bien que le hará a nuestro deporte la disputa del torneo en el país vecino, ha querido recalcar que en Francia el Golf todavía es considerado un deporte elitista y que por esto apenas existe una tradición que vaya a llevar al complejo a familias enteras a finales de septiembre.
“Este no es un deporte que esté muy bien visto aquí”, comentó el jugador. “Muchos lo ven como un juego para gente rica y niños malcriados. El Golf es algo muy chic en Francia, con campos privados solo para familias o personas con mucho dinero, eso es todo”, atinó a comentar el deportista galo, quien reconoce también que el evento no está teniendo la repercursión que se esperaba entre la población.
“A la gente le importa más bien poco la Ryder Cup. De hecho, me jugaría lo que quieras a que muy pocas personas -aparte de los golfistas- saben que ahí se disputará una Ryder Cup en muy poco tiempo. Esto es debido a diversos factores, como que solo exista un campo de Golf competitivo en todo el país o o la falta de golfistas de talla mundial en nuestras fronteras. Todo esto dará como resultado que no haya muchos franceses viendo el torneo”, comentó Lorenzo-Vera, que da unas nociones de qué es lo que debería cambiar en los instructores para poder gozar en unos años de un deporte exitoso en Francia.
“El principal problema que veo es que la educación francesa señala las cosas negativas en lugar de hacer más presión sobre las cosas que se hacen bien. Esto mentalmente es algo agotador. Quizá sea esto por lo que no hay grandes campeones aquí”, sentenció. Visto lo cual, y a tenor de estas declaraciones, ¿por qué se ha llevado a Francia la competición?