Todavía no se ha iniciado el campeonato y Oakmont ya se ha cobrado su primera víctima en forma de lesión. Sus temibles trampas han causado efecto y el caddie de Chris Crawford se ha tenido que retirar del US Open al romperse el tobillo izquierdo después de intentar rastrillar uno de los muchos bunkers del complejo de Pittsburgh (Pennsylvania).
Para todos aquellos que no conozcan a Crawford, hace un par de días hablamos de él al mostrarles un vídeo en el que aparecía convirtiendo un birdie en el último hoyo del torneo clasificatorio que le dio la oportunidad de estar junto a los mejores jugadores del mundo en el segundo Major de la temporada. En esa ocasión el jugador de 22 años de edad y graduado por la Universidad Drexel vivió la parte agradable de este deporte, pero en cuestión de un par de semanas le ha tocado afrontar el yang, la cruz de la moneda.
La historia fue narrada por Ben Everill, periodista de la Australian Associated Press, que vio de primera mano cómo el caddie perdía el equilibrio y se precipitaba al suelo ante el dolor de la lesión que se acababa de producir. Incluso el número 1 del mundo, Jason Day, quien en esos momentos estaba disputando la ronda de práctica junto al estadounidense, tuvo que salir a echar una mano para que pudiera ser atendido en un lugar con mejor accesibilidad para la camilla.
Cuando hablábamos de que Oakmont cobraría un precio muy alto por cada golpe no nos referíamos a esto –obviamente-. Sin embargo, puede ser una señal divina. Quien quiera ganar aquí deberá sudar sangre, sudor y lágrimas.