Tras casi un año de disputas y después de la enorme presión popular que actuó en su contra –intervención del Royal and Ancient aparte- la cordura se ha impuesto en Muirfield y se ha levantado la absurda ley que prohibía la admisión de miembros femeninos en el histórico complejo escocés. Una votación en la que ha participado el 92,7 por ciento de los socios, con un 80,2 por ciento de los mismos a favor, ha posibilitado este adiós a la edad de piedra, como lo han calificado algunos, y la vuelta a la edad moderna.
“Es una decisión muy importante para el club”, se ha encargado de confirmar a los medios el capitán Henry Fairweather. “Estamos ansiosos de darle la bienvenida a las mujeres como miembros y que puedan disfrutar de las ventajas y los beneficios de este célebre complejo. Según la lista de espera actual en unos dos o tres años podríamos verlas por aquí”, sentenció.
Una medida que lleva aparejada otra alegría para los aficionados al Golf de las inmediaciones del campo: Muirfield volverá a la rotación anual del Open. Al menos así lo confirmó Martin Slumbers, director ejecutivo del R&A, ante la pertinente pregunta de los medios de comunicación: “A la luz de la decisión adoptada hoy por la Honorable Compañía podemos confirmar que Muirfield será nuevamente una sede del tercer Major del año”, apuntó el directivo británico. “El campo escocés posee una larga y significativa historia en relación a este campeonato, y ahora tendrá la oportunidad de seguir escribiendo páginas”, sentenció.
Pero los cargos relacionados con el mundo del golf no han sido los únicos que se han mostrado eufóricos por la votación. Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia, ha sido el más claro ejemplo de ello. La política británica ha emitido un tweet en el que ha expresado su orgullo por el complejo y le ha deseado una pronta visita del Open en un futuro cercano.