Para ser el mejor no basta con demostrarlo sobre la hierba de un campo de golf. Se debe actuar como tal. De bien nacido es ser agradecido, como apunta el refranero español, y éste es un claro ejemplo.
La número uno mundial Lydia Ko se ha comprometido a donar el premio en metálico que consiga en el torneo de esta semana para ayudar con las tareas de rescate y cuidado de las personas afectadas por los terremotos de Nepal, una sacudida devastadora que ha arrasado la ciudad de Katmandú y que se ha llevado por delante la vida de más de 5000 personas.
La neozelandesa, que hace unos días celebró su 18 cumpleaños, comunicó su deseo a los medios de comunicación durante la conferencia de prensa previa al North Texas Shootout que se disputa esta semana en Las Colinas Country Club de la ciudad de Irving (Texas).
“Quiero aportar mi granito de arena y ayudar a las víctimas del terremoto que ha afectado a Nepal durante la última semana”, comunicó la golfista, que reconoció haberle impactado mucho las imágenes del suceso: “Tuvimos un terremoto no hace mucho tiempo en Christchurch (Nueva Zelanda), y sé las consecuencias que puede conllevar”. “Cuando sucede un desastre natural no se pueden hacer muchas cosas al respecto. Es muy difícil estar preparado para ello, sobre todo en esos países. Es por esto que pensé en las personas de allí y me gustaría ayudarles”.
La bolsa de premios en el North Texas Shootout es de 1,3 millones de dólares, de los que 195.000 irán a parar al ganador. Ko, quien consiguió su séptimo título profesional la semana pasada en el Swinging Skirts, ostenta el número uno mundial desde hace unas cuantas semanas. Su clase y su descaro le han convertido en una de las grandes promesas mundiales del golf. Y, además de todo esto, es generosa. Un corazón muy grande para una golfista de tan corta edad.