Por si fuera poco con el quebradero de cabeza que ha supuesto en este 2016 la inclusión de los Juegos Olímpicos en el calendario del PGA y del circuito europeo, en 2020 la competición más grande del mundo del deporte se desplaza hasta Tokio. Y con ella también va cogido de la mano el golf –todavía se desconoce si aguantará mucho más allá-, que como ha sucedido este año también tendrá un galimatías para confeccionar todos sus torneos dentro de la temporada.
Es por esto que muchos directivos ya se están moviendo para tratar de confeccionar un calendario que le deje a los jugadores un cierto margen de maniobra para entrenar de cara a la cita olímpica –en este curso muchos han terminado su participación en el US PGA Championship y han tenido que salir escopeteados hacia Brasil para reunirse con su delegación a escasas horas de la ceremonia de apertura-. Y, precisamente, una de las ideas que se manejan es trasladar el último Major del año al mes de marzo –sí, antes del Masters de Augusta- para que el cansancio acumulado no se note tanto a estas alturas de la temporada y se pueda planificar el campeonato olímpico de acuerdo a la importancia que tiene.
En esta línea apuntó el director ejecutivo del PGA Tour, Pete Bevacqua, que dejó claro que si hay un campeonato que pueda moverse de fechas –al igual que ha sucedido este curso-, ése es el US PGA Championship, que ese año se disputará en el TPC Harding Park de San Francisco. “Todavía no hay ninguna decisión encima de la mesa, pero estamos discutiendo diferentes posibilidades para hacer del calendario de 2020 algo que nos satisfaga a todos”, añadió el directivo.
Entre los distintos escenarios que se plantean, además del comentado de pasar el torneo al mes de marzo, está también el de moverlo a finales de agosto, para disponer de unos cuantos días más de descanso tras la disputa de los Juegos Olímpicos e incluso el de trasladarlo hasta octubre y que se dispute después de la Ryder Cup que tendrá lugar en Whistling Straits.
“Harding Park ofrece al PGA mucha flexibilidad en la elección de una fecha debido al clima. Es por esto que decidimos ir allí en 2020, porque sabíamos que tendríamos que enfrentarnos a este problema”, concluyó Bevacqua.
Sea lo que fuere, la decisión deberá estar tomada como muy tarde 18 meses antes de que se dispute el campeonato –inicio de 2019- para proceder a la venta de entradas y llevar a cabo la logística del evento. Veremos cuáles son los próximos movimientos, porque se avecinan curvas.