Siguen las dudas sobre si Tiger Woods va a comparecer en Augusta o si, por el contrario, seguirá fuera de los campos de golf una semana más. Hace ya más de un mes de aquel comunicado en el que informaba de su retirada momentánea y a día de hoy es todo un misterio si el que fuera número uno mundial ha reencontrado o no su juego. Ahora bien, su vuelta no solo alegraría a los fans de este deporte, sino también, en palabras de Paul McGinley, causaría una gran satisfacción a Rory McIlroy, al que quitaría de encima una enorme presión.
“Rory es un chico de 25 años. Ahora mismo él parte como favorito en todas las apuestas para conseguir la Chaqueta Verde. Que jugara Tiger supondría un alivio para él. Sería como en el Abierto de Estados Unidos del pasado año, cuando se desconocía si Woods participaría. Lo hizo y toda la atención se centró en él, dejando a Rory un poco más liberado”, afirmo el golfista irlandés.
Tiger Woods caerá fuera del top 100 si no participa en Augusta, su peor clasificación desde que ganara su primer torneo en el circuito profesional en 1996. Las numerosas lesiones en la espalda han privado a Tiger de competir al máximo nivel en estos últimos años, aunque para McGinley existe una razón de más peso para entender su bajo estado de forma: “Tengo la corazonada de que Tiger ya ha alcanzado su pico de juego. Esto no quiere decir que su carrera haya terminado, pero sí que es probable que cuando vuelva no vaya a poder plantarle cara a Rory”.
Aunque McIlroy lleva ahora la corona de Woods, todavía no se ha convertido en una superestrella como el estadounidense. Si el norirlandés consigue vencer en Augusta se unirá a Sarazen, Hogan, Snead, Nicklaus, Player y Woods como únicos jugadores que han conquistado los cuatro Majors. ¡Y todo esto con solo 25 años! Parece solo cuestión de tiempo que Rory reclame su lugar en la historia.