A escasos días para conocer la decisión final, muchos rumores apuntan a que el norirlandés Darren Clarke conseguirá representar al viejo continente en el Hazeltine de Minnesota en 2016, y McGinley tendrá buena parte de culpa.
El golfista irlandés forma parte de los cinco hombres que seleccionarán al candidato para dirigir la defensa del torneo, como también lo son José María Olazábal y Colin Montgomerie –últimos capitanes de la Ryder Cup–. A ellos se le suman David Howell, representante del comité de los jugadores, y George O’Grady, presidente ejecutivo del European Tour, pero éstos solo intervendrán si los tres últimos capitanes no pueden llegar a una decisión. Cosa que es difícil que suceda.
El escocés Colin Montgomerie es partidario de la elección de Clarke, mientras que Olazábal se debate entre el golfista del Ulster –con el que le une una gran amistad– y su compatriota Miguel Ángel Jiménez. Esto hará que el voto de McGinley sea clave en la reunión que se mantendrá este próximo miércoles en Wentworth. McGinley ya comentó que consensuaría con los jugadores de más alto nivel del equipo su voto, y los jugadores recogieron el guante lanzado por el dublinés. Rory McIlroy, Graeme McDowell, Ian Poulter y Lee Westwood tuvieron clara la respuesta: Darren Clarke. Con esta tesitura, el que fuera capitán europeo en la última Ryder Cup solo tiene un camino a seguir.
Las casas de apuestas se sorprenderían si Clarke no es nombrado capitán. Ladbrokes informa que el favoritismo de Clarke es tal que se niegan a recoger más apuestas. “El voto del miércoles es una mera formalidad”, afirman desde la casa de apuestas.