El número uno del planeta, Rory McIlroy no dio opción a su rival Gary Woodland en la final del WGC-Cadillac Match Play celebrado esta semana en el TPC Harding Park de San Francisco.
El norirlandés se impuso al estadounidense -un día antes de cumplir 26 años- por un contundente 4&2 tras dejar en la cuneta al también estadounidense Jim Furyk en semifinales (1up), al inglés Paul Casey en cuartos (hoyo 22) al japonés Hideki Matsuyama en octavos (6&5) y a los estadounidenses Brandt Snedeker Billy Horschel y Jason Dufner en la fase de grupos.
El triunfo de Rory McIlroy nunca estuvo en peligro aunque no fue hasta el hoyo 4 cuando se puso por delante tras cometer bogey Woodland. Los tres hoyos siguientes se saldaron con aciertos de McIlroy por lo que en el 7 la diferencia ya era de 4up para el número uno.
En el 12 Woodland redujo la ventaja a dos golpes, pero fue solo un espejismo ya que McIlroy volvió a ganar el 14 y en el 16 le concedió el hoyo para acabar con el consabido 4&2. En el partido de consolación, el inglés Danny Willet se impuso a Jim Furyk por 3&2.
«Pienso que ha sido la confianza la que me ha hecho ganar esta semana. Me doy cuenta de que cada vez que me meto en la lucha por el torneo lo hago y eso ayuda a ganar esa confianza», declaró el campeón.
En los últimos 75 años, Tiger Woods y Jack Nicklaus son los únicos dos jugadores que registraron 10 victorias antes de los 26 años. McIlroy también se convirtió en el noveno jugador con al menos dos títulos WGC. Nadie, excepto Woods (18) cuenta con más de 3.
Con esta victoria, segunda de las Series Mundiales tras la conseguida el pasado año en el Bridgestone Invitational y décima en el PGA Tour, Rory McIlroy afianza su corona mundial y se embolsa 1.570.000 dólares.