Pocos podían pensar antes del comienzo de la última ronda del Australian Open que sería Rory McIlroy el que levantase el trofeo en el Royal Sydney Golf Club, sobre todo teniendo en cuenta los cuatro golpes de diferencia con los que partía el máximo favorito, el local Adam Scott.
Pero el norirlandés no se dio por vencido en ningún momento. Esa desventaja fue neutralizada finalizados los primeros ocho hoyos. En ese punto del juego McIlroy había realizado un eagle y dos birdies libre de errores mientras que el campeón del Masters de Augusta compensaba el bogey cometido en el primer hoyo con un birdie en el segundo, a partir de ahí parecía que comenzaba un nuevo partido.
Sin embargo el que fuera número uno del mundo no logró ponerse por delante en ningún momento, sino todo lo contrario. Llegados al tee del 18 Scott aventajaba en un golpe a McIlroy.
La clave: el segundo golpe en ese 18 (par 4) donde el que tanto problemas ha tenido a lo largo de todo el año (judiciales, ruptura con su agencia de representación, cambio de marca de palos…) demostró su gran clase dejando la bola a algo más de cuatro metros para rematar el hoyo con birdie, mientras que Scott lo sellaba con bogey después de que se pasara de green en su segundo golpe y no ejecutara un buen chip con el tercero, los fantasmas del Open Championship 2012 sobrevolaron de nuevo en el recorrido australiano.
De esa forma McIlroy dejaba sin la triple corona australiana a Adam Scott (PGA, Masters y Open de Australia) hazaña solo lograda por Robert Allenby en 2005 y el dos veces campeón en un Grande cierra la temporada de forma brillante (única victoria en 2013) y con todas las esperanzas puestas en el 2014.
“Solo tuve paciencia. Sabía que podrá suceder cualquier cosa en este campo. Afortunadamente tuve la oportunidad de hacer ese putt cuando lo necesitaba. Lo que me ha sucedido a lo largo de la temporada a veces te frustra. Pero nunca perdí la fe, nunca perdí nada de eso. Tengo 24 años y a veces me pongo un poco impaciente. Si miro hacia atrás veo que no ha sido un año tan malo. Obviamente mucho mejor hoy con esta victoria. Pero no me desplomado de la faz de la tierra. Sigo siendo el seis del mundo. No es el nivel con el que creo que puedo jugar, pero siento que estoy de nuevo ahí”, declaró Rory tras la victoria.
Además tres jugadores, todos ellos australianos, lograron su clasificación para el The Open de 2014 tras los cambios en el método de clasificación, estos fueron John Senden, Bryden Macpherson y el que firmara 55 golpes en el mes de marzo en una partida de amigos, Rhein Gibson. Leer Más: ¡Creíble! Un profesional australiano firmó 55 golpes (16 abajo)
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