Desde que Jordan dejara definitivamente las pistas en el año 2003 y asumiera la presidencia de los Charlotte Hornets, la suerte ha parecido esquiva para el de Brooklyn, al menos en el ámbito deportivo. Todavía no ha conseguido encontrar el equilibrio para hacer de la franquicia de Carolina del Norte un serio aspirante al título de la NBA tras nueve campañas en el cargo. Por esta razón, Jordan busca resarcirse de su falta de triunfos en una de sus grandes pasiones: el golf. Según apuntan varias fuentes con vínculos con Jordan, la leyenda del baloncesto está sondeando la posibilidad de construir su propio club en Florida.
Estas mismas fuentes afirman que esta idea viene dada por la insatisfacción de Jordan por el ritmo de juego que se practica en el Bear’s Club, del que forma parte el ex jugador. “A Michael le gusta jugar rápido y él no soporta tener que esperar largos tiempos”, afirma una amistad de Jordan. Según la misma fuente, que no ha querido desvelar su identidad, Michael Jordan se ha asegurado una opción de compra sobre una parcela de tierra en las cercanías de Hobe Sound, cerca del lujoso Medalist Golf Club, donde golfistas como Tiger Woods o Rickie Fowler son miembros.
Conocido por su feroz competitividad, Jordan también tiene una reputación como jugador veloz y con poca paciencia. “Él solo da un paso adelante, golpea, te hace un poco de trash talking y se va”, comenta una fuente que ha jugado con la leyenda de los Chicago Bulls. “Si conoce a los tipos con los que está jugando ni siquiera espera. Él conduce hasta el green como que de repente está de vuelta en la calle”. Todavía es pronto para conocer más detalles, pero si hay alguien en el mundo del deporte que pueda hacer un complejo de grandes dimensiones a su medida, ese es Michael Jordan.