Fue un triunfo agónico, en el mismo hoyo 18, después de ir perdiendo hasta el 14 y empatado hasta el 17. Y entonces vino la mano de Mickelson embocando un putt desde unos cuatro metros y la celebración poco habitual en un tipo como Lefty bailando junto a su compañero Kevin Kisner ¡¡La Macarena!!
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