A pocas personas –por no decir ninguna- relacionadas con el mundo del golf les oirán decir una palabra más alta que otra sobre el golfista de San Diego. Lefty es un ejemplo dentro y fuera del campo. Un verdadero gentleman que, en virtud de su enorme carrera desde la universidad, se ha convertido en uno de los diez mejores jugadores de la historia en este deporte.
Si hay una de las cosas que más gustan de Mickelson es su competitividad, que es capaz de llevar hasta a su propia casa. Sus sobrinos pueden dar fe de ello en función de lo comentado por Tina y Tim Mickelson en una entrevista reciente con Golf Digest. Y es que los hermanos del golfista hablaron de lo que disfruta el deportista de 45 años cada vez que bate a sus hijos.
“Seguro que conoce el juego de adivinar dos símbolos iguales destapando las cartas. A mi hijo Lucas le encanta y, a pesar de tener solo 4 años, se le da muy bien. Hace unos días Phil le desafió a unas cuantas partidas y mi hermano, esforzándose mucho, consiguió ganar de forma apurada un par de ellos. Volvieron a jugar y Phil ganó de nuevo, esta vez de forma más holgada.
Fue entonces cuando golpeó el aire como cuando consigue un gran putt diciendo un sonoro ? ¡sí! ?. Mi hijo entonces le preguntó si quería jugar otra y su tío respondió: ?Lucas, creo que tienes que practicar contra un oponente más fácil durante algo más de tiempo. Simplemente todavía no estás listo para jugar contra mí?. Obviamente él estaba bromeando, o eso quiero creer”, afirmó entre risas Tina Mickelson.
Y entonces entró en el juego Tim, que aclaró que el golfista es un amante de los niños, y que en los viajes Phil puede pasarse horas y horas jugando al balón prisionero junto a otros chicos. “De hecho, ayer nuestro hermano se coló en una partida en la que solo había chiquillos de unos diez años. Era muy gracioso verle recibir balonazos por parte de todos”.
Deberíamos apreciar y disfrutar de los años que nos queden por ver a Lefty, un golfista irrepetible en todos los sentidos.