Al contrario de lo que ocurriera en la segunda edición del The Match celebrada el pasado mes de mayo, esta vez el evento no fue una oda al Golf. Sin embargo, pudimos disfrutar de un evento muy entretenido que contó como estrella inesperada con Charles Barkley y que cumplió con creces con el propósito inicial: recaudar fondos para colegios y universidades históricamente afroamericanas. En total, The Match: Champions for Change logró alcanzar la cifra de 5,45 millones de dólares, lo que resulta en más de 3,7 millones de comidas para los más necesitados.
Por lo que respecta al torneo de Golf en sí, lo cierto es que hubo poco donde rascar. Y es que, a excepción del primer hoyo que se adjudicaron Stephen Curry y Peyton Manning, lo cierto es que la pareja compuesta por Phil Mickelson y Charles Barkley fue todo un rodillo que se hizo sin dificultades de la segunda a la quinta bandera para marcar una diferencia que sus rivales ya no pudieron levantar, tal y como se demuestra en el resultado final de 4&3. Y en el dúo un nombre destacó por encima del otro: Barkley.
No es que de repente se transformara en la quintaesencia de este deporte, pero le perseguía un preocupante historial que hacía que todo el mundo pensara que Lefty iba a tener que tirar de mucha paciencia para salvar la papeleta. Nada más lejos de la realidad. El genial jugador de San Diego recuperó con mucho acierto alguna que otra situación peligrosa para la pareja -esto se lo presuponíamos a un jugador de su calidad-, pero no fue nada que no le pudiera pasar a cualquier otro jugador en una ronda normal.
Por contra, al golfista al que le pesó tanto tiempo de inactividad fue a Stephen Curry. El base de los Golden State Warriors, que viene de finalizar la recuperación de la rotura de una muñeca producida hace trece meses -y que lo llevó a no tocar apenas un palo de Golf por indicación de su médico- sufrió un mal día en el Stone Canyon Club y le correspondió a Manning la tarea de llevar el peso del equipo. Un dato que seguro que recuerda el exjugador de fútbol americano para futuras ocasiones.