Que en pleno siglo XXI, con los avances que ha experimentado la sociedad, tengamos que contar como noticia que un campo sale de la rotación de un Grande por su negativa a aceptar miembros femeninos en sus filas da tanta vergüenza como pena.
Y es que Muirfield, con el que todo el mundo contaba como uno de esos complejos que acabaría con la absurda prohibición gracias a la recapacitación y ancho de miras de sus miembros, se ha cerrado en banda y la R&A ha respondido apartándolo del British Open.
Así de dura ha sido la Royal & Ancient hace solo unas horas, cuando en un comunicado ha confirmado su decisión irrevocable de apartar al complejo británico de toda posibilidad de albergar el tercer Major de la temporada –se ha disputado allí en tres ocasiones: 1992, 2002 y 2013, siendo la última de ellas de especial recuerdo para Phil Mickelson, pues se llevó a casa la Jarra de Clarete- .
“Teniendo en cuenta la decisión adoptada por la Honourable Company en lo que respecta a su política de ingreso de miembros, la R&A ha tomado una serie de medidas respecto a la disputa del The Open Championship. Y es que, contando con que este torneo es uno de los grandes eventos deportivos a nivel mundial, tenemos que anunciar que no se va a celebrar ningún evento en un lugar donde no se admita a las mujeres como miembros. Eso sí, si la política del club decide cambiar estaríamos dispuestos a levantar el veto en unos años”, confirmó la organización.
Esta medida se toma después de que en las votaciones el “sí” al cambio rondara el 64 por ciento de los votos, a solo dos puntos porcentuales de llegar a la mayoría necesaria de dos tercios de los electores.
“El cambio debe ser gradual”, rezaba una carta firmada por un pequeño grupo de miembros de la Honourable Company. “Nuestra resistencia al cambio es uno de los fundamentos de nuestra posición única dentro del golf y de nuestra reputación. Pese a esto, en los últimos dos años y medio ha habido un gran esfuerzo por considerar la admisión de miembros femeninos, aunque no formara parte de los puntos del día o se viera claramente que era un tema impuesto por presiones políticas y de los medios de comunicación”.
Pues bien, toda acción tiene su consecuencia. Y Muirfield va a sufrirlas de aquí en adelante.