Sarah Oldham, británica que se encontraba de vacaciones con su marido en Turquía, fue alcanzada hace unos días por un rayo mientras se encontraba en uno de los campos de Belek. La historia de Oldham es una nueva advertencia para todos los golfistas que se encuentran en un campo de golf donde existe riesgo de tormenta eléctrica.
Sarah y su esposo Alex se encontraban jugando en el Sueno Golf Hotel cuando de pronto empezó a caer un gran aguacero después de que el cielo se oscureciera y escuchar un trueno, «muy lejano«. Según relato del marido, la pareja se protegió del agua con unos paraguas. Instantes después escuchó un gran estruendo, al girarse hacia donde estaba su mujer vio que Sarah estaba inconsciente. «Me giré y no pude ver el paraguas de Sarah. Corrí hacia ella y me di cuenta de que había sido golpeada por un rayo«.
La señora Oldham fue trasladada al hospital local de Belek antes de ser trasladada al hospital principal de Antalya. Más tarde voló a su casa en el Reino Unido en un avión privado, pero murió en el Hospital de la ciudad de Peterborough unos días después.
Según la National Oceanic and Atmospheric Association, el 5% de las lesiones y muertes causadas por rayos ocurren en un campo de golf. Los expertos advierten, y desde OpenGolf lo hemos repetido en numerosas ocasiones, que se busque refugio tan pronto como se escuche un trueno aunque sea en la lejanía ya que los rayos pueden alcanzar hasta 16 kilómetros de donde está lloviendo.