Solo hay que ver el gesto de Tiger Woods para darse cuenta de la frustración que supone pegar un socket, también conocido como shank. Un golpe maldito del que no se libra ningún golfista, ni siquiera llamándote Tiger Woods. Ocurría con el segundo golpe del californiano; en el hoyo 18 con la bola perfectamente colocada en calle. Un error que le costaba a Tiger un bogey tras enviar la bola debajo de unos árboles.
Nadie es inmune al temido shank.
Incluido Tiger Woods.
— PGATOUResp (@pgatouresp) February 15, 2024
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