Se llama Dylan Reales, es argentino, tiene 10 años, y aunque ahora su presencia es habitual en el circuito junior de golf, sus comienzos en este deporte no fueron convencionales.
Dylan empezó a practicar el golf con un palo de escoba roto, golpeando frutas y verduras desechadas, así como paquetes de tabaco, de un mercadillo ambulante que se sitúa frente a su casa, en uno de los barrios más pobres de Buenos Aires, un distrito chabolista llamado Villa 31.





