Existen lugares y lugares para jugar al golf. A unos les puede gustar más que haya viento, otros la lluvia… Pero lo que es innegable es que el clima perfecto para practicar este deporte es el sol y una agradable brisa acariciando la cara. Ésta es una de las razones por las que Noemí Jiménez (Marbella, 1993) presume de Andalucía siempre que puede.
La ex jugadora de la Universidad de Arizona ya ha demostrado de lo que es capaz de hacer sobre la hierba de un campo de golf este curso. En su primera temporada en el Ladies European Tour ha conseguido dos Top 10 en los ocho eventos disputados este 2016 y rezuma felicidad por los cuatro costados.
Quizá sea ésta la explicación por la que le atrae tanto el verde que impregna cada rincón de su tierra. “Me recuerda mucho a la naturaleza, algo que podemos disfrutar por toda Andalucía, además de porque es el color de la esperanza y la positividad”, ha afirmado en alguna que otra ocasión la risueña deportista de Guadalmina.
Noemí es amante de las cosas sencillas, de disfrutar de los suyos y de salir a saborear la rica gastronomía de esta soleada región de España. Así pues, cada vez que pone un pie en Andalucía no puede obviar salir de tapas con sus amigas y de dar unas bolas en uno de sus innumerables y genuinos campos de golf, que gozan de un gran reconocimiento a uno y otro lado del país y de un estupendo clima durante todo el año.
Pero no es el deporte lo más destacado de Andalucía, sino sus gentes. “Somos únicos por las personas que la integramos, que no dudamos en acoger a todo el que viene a visitarnos”, apuntilla la golfista, que nunca deja pasar la ocasión de recomendar los muchísimos monumentos históricos y los paisajes que integran la postal que todo el mundo retiene tras visitar Andalucía.
La Alhambra, la Giralda, la Mezquita de Córdoba o la Alcazaba malagueña son solo algunas de las visitas obligadas que tiene el invitado durante su estancia, y eso por no hablar de la cantidad de paisajes naturales con los que enamorar la vista. “Andalucía, ya no sé vivir sin ti”, declara Noemí. Y no es para menos.